Ahí , arriba - 8 de Abril de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 928078012

Ahí , arriba

Q ue los cielos de Chile son reserva natural para la comunidad mundial que explora el firmamento del hemisferio sur queda más que confirmado en la cantidad y calidad de instalaciones y observatorios emplazados en diferentes regiones, destacando ALMA en San Pedro de Atacama, el más grande radiotelescopio del planeta.Pero el desarrollo de esta ciencia en el país tuvo como soporte algunos hitos del pasado que, en su acercamiento al conocimiento de la llamada esfera celeste austral -sin contar las lecturas de astros realizadas por los pueblos indígenas que habitaban el territorio-, impulsaron la vasta empresa actual.Cabe mencionar el observatorio instalado en el cerro Santa Lucía en 1849 por la expedición científica de J. Melville Gillis, cuyo instrumental trasladado a la Quinta Normal en 1856 dio origen al Observatorio Astronómico Nacional y, sin lugar a dudas, al Observatorio Lick, ubicado en el cerro San Cristóbal en 1903 por el equipo norteamericano del astrónomo Mills.Posteriormente, estas instalaciones fueron adquiridas por Manuel Foster y traspasadas a la Universidad Católica en 1929, iniciando así la investigación universitaria que, liderada ahora por el Instituto de Física y Astrofísica UC, se prolongó hasta los 70. Aunque se hicieron esfuerzos para su reapertura en los 80, por diversas razones finalmente se cerró hacia...

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