La decisión de adoptar niños grandes
Este matrimonio conocía la realidad de estos niños. En 2008 -cuando todavía tenían la esperanza de ser padres biológicos y habían iniciado un nuevo tratamiento de fertilización- los dos se inscribieron como voluntarios en un hogar de menores. Cuando llegaron al lugar, a diferencia del resto de los matrimonios que se acercaron a las guaguas y los niños de menos de dos años, ellos se fueron al patio del hogar para jugar con los más grandes. Durante un año repitieron las visitas cada fin de semana.
-Nos hicimos cercanos a los niños, los encargados nos contaron sus historias. Sentimos que estaban desprotegidos y que para muchos de ellos, a medida que pasaba el tiempo, se hacía difícil que los adoptaran y estaban destinados a crecer ahí -recuerda Alex Hellmann.
A fines de 2009 Estefanía y Alex -que llevaban seis años de matrimonio- supieron que no podían tener hijos. Un día, de vuelta de unas de estas visitas, Estefanía le dijo a su marido:
-Adoptemos... pero adoptemos un niño grande, un niño que nadie quiere -aclaró su mujer.
Dos semanas después iniciaron el proceso de postulación para convertirse en padres.
En diciembre del año pasado obtuvieron la custodia de Israel y Nicole -dos hermanos biológicos de tres y cinco años-, quienes llegaron a un hogar luego de que su madre fuera inhabilitada para tenerlos. Israel llegó de tres meses, al tiempo después llegó Nicole quien tenía tres años.
-Hacernos cargo de ellos es una incertidumbre tanto para nosotros como para ellos, pero estamos dispuestos a afrontarla -dice Alex.
Según el Servicio Nacional de Menores después de que los niños en condiciones de ser adoptados superan la barrera de los cuatro años disminuyen sus posibilidades de integrarse a una familia.
Desde 2010 el país ha alcanzado un récord de adopciones, con un promedio que se acerca a las 600 anuales, pero el interés se centra en niños que no han cumplido el año de edad. De los 605 menores que fueron adoptados en Chile durante 2012, el 68 por ciento tiene menos de tres años. En la Fundación Chilena de Adopción (Fadop), la escala fue similar: el 65 por ciento se centró en menores de un año y un 11,8 por ciento en niños entre uno y dos años.
Los menores adoptados de cuatro años o más sólo equivalen al 4,6 por ciento.
Según la psicóloga del departamento de adopción del Sename, Jessica Zavala, es natural que los adoptantes opten por niños menores de tres o cuatro años.
-Es una forma de homologar la parentalidad adoptiva con la biológica. Los matrimonios desean partir con un niño lo más pequeño posible, para vivir las distintas etapas de su desarrollo.
Sin embargo, en los últimos años, cada vez más las familias se interesan por adoptar niños mayores de cuatro años. Aunque la cifra sigue siendo baja en comparación con los enlaces familiares que se logran con lactantes o niños menores de dos años, han aumentado en los últimos cinco años. Si en 1997 había 90 casos, en 2012 el número subió a 190. Creció en más de un cien por ciento.
A mediados del año pasado Gloria Ripani y Alberto Barros conocieron a Francisco, un niño que desde los pocos meses de nacido estaba en un hogar de menores...
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