El exceso de carga administrativa captura el tiempo de los directores de escuela
"Siempre estamos corriendo contra el tiempo, porque los informes, que son cada vez más, tienen todos una fecha de plazo. Y aunque llego a las siete y media de la mañana y me voy un poco antes de las nueve de la noche, rara vez estoy disponible para pasear por el patio o visitar algunas salas de clases", comenta. Tras 31 años en el cargo, lo que más lamenta es el poco tiempo que le queda para visitar las casas de los alumnos más conflictivos, actividad que era común cuando asumió el puesto.
Hoy -explica- apenas le alcanza para reunirse con algunos apoderados de los 640 alumnos del establecimiento.
Otra cosa ha empezado a complicar a Zúñiga en el último tiempo. A fines de abril, a las instituciones que reciben recursos del Estado mediante Subvención General, se les hizo llegar un nuevo instructivo de rendición de cuentas, donde se les pedía entregar un registro detallado de la contabilidad 2013, especificando ingresos y gastos. Se trata de un desglose exhaustivo que antes no se pedía para este tipo de recursos.
"Es un trabajo gigantesco. Tanto así, que en nuestro caso tuvimos que contratar a un ex alumno que se dedicara específicamente a dar cuenta de estos gastos generales", comenta Anamaría Lyon, gerente de la Fundación Astoreca, institución a cargo de tres colegios en Renca y Lampa. La nueva contratación se suma al equipo de contabilidad con el que ya contaba la fundación, que externaliza esta tarea para que no sean los directivos quienes la sumen a su trabajo del día.
Once horas al día
Cristian Molina, director del Liceo José Domingo Cañas de Quilicura, agradece contar con este tipo de apoyo. En su caso, es la administración central de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás, a la que pertenece, la que se encarga de recopilar la nueva información que pide la Superintendencia de Educación.
"Estoy contento por eso, porque permite que el director tenga más tiempo para participar de los procesos pedagógicos, de ser parte de los consejos con otros profesores y de entrar a observar clases. No niego que estoy siempre supervisando informes, pero aunque siento que el trabajo administrativo es importante, sigo pensando que no lo es tanto como estar dentro de la misma aula", afirma.
En el caso de Karem Soto, directora de la Escuela Octavio Palma Pérez de Cauquenes (VII Región) es el Departamento de Educación Municipal el que se encarga de llevar las cuentas. Pero a pesar de esta carga menos, Soto dice pasar cerca de once horas todos los días...
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