Adiós Doha, hola Bali - 10 de Septiembre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 397010382

Adiós Doha, hola Bali

El comercio y el crecimiento van de la mano. Cuando estalló la crisis en 2008, el comercio y el crecimiento global colapsaron juntos. En 2009 ambos se recuperaron, y les fue razonablemente bien hasta este año.

Reducir los aranceles y la burocracia estimularía el comercio y sustentaría la recuperación. Esto debería alentar los esfuerzos de reemplazar las fallidas conversaciones de comercio de Doha con un nuevo esfuerzo para crear un acuerdo multilateral.

Los objetivos de la ronda de Doha, lanzada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, eran loables. Puso a los países pobres primero, dándole una prioridad particular a mejorar el acceso de sus agricultores a los mercados de países ricos. También era ambicioso, no sólo cubriendo bienes manufactureros, agricultura y servicios, sino también una gran cantidad de cosas relacionadas indirectamente con el comercio. De acuerdo al Instituto Peterson, sus potenciales ganancias eran cercanas a los US$ 280 mil millones al año. Su fracaso es una tragedia.

Los villanos son poderosos grupos de presión, en especial en la agricultura, como en el algodón y el azúcar de Estados Unidos y los arroceros y pescadores de Japón. También hubo problemas estructurales con Doha. Uno fue el número de países. Al final de las primeras conversaciones de comercio en 1947, 23 países estaban involucrados. Cuando Doha comenzó, eran 155. Segundo, la idea era lograr un gran trato en el que la agricultura, la manufactura y los servicios serían liberalizados. Pero alcanzar acuerdos en algunas áreas era tan difícil que el mantra de la OMC -"Nada se acuerda hasta que todo se acuerda"- fue fatal.

Menos ambición

Después de no cumplir con lo necesario para un acuerdo final, se fijó una "fecha límite absoluta", el 31 de diciembre de 2011. Tampoco se cumplió. Desde entonces, el proteccionismo se ha intensificado. En las últimas dos semanas, Argentina ha presentado reclamos contra EE.UU. respecto a limones y carne, y contra España por biocombustibles. Estas acciones de "ojo por ojo" significan que las nuevas restricciones cubren el 4% del comercio mundial, más que las exportaciones de África.

Con Doha paralizada, alternativas regionales a un acuerdo multilateral están surgiendo. No son completamente malas, pero los acuerdos regionales tienden a beneficiar a los de adentro a expensas de los de afuera. Y a menudo consagran reglas -como estándares eléctricos y de emisiones- que varían de región en región, lo que dificulta crear...

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