Además, crímenes culturales - 28 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 559163842

Además, crímenes culturales

Los crímenes que desde comienzos del nuevo milenio ha venido perpetrando el extremismo islámico contra personas de todas las razas y religiones -incluidos islamistas que no adhieren a sus visiones- superan ya los límites del horror -degüellos, masacres, prisioneros quemados vivos, secuestros masivos de niños y mujeres, sevicias de toda índole y aplastamiento de todos los derechos humanos-. Con optimismo precipitado, se pensaba en décadas anteriores que los aberrantes excesos de los totalitarismos del siglo XX no podían repetirse en nuestro tiempo. Desde las Torres Gemelas, el fundamentalismo islámico ha venido demostrando crecientemente lo contrario a lo ancho del mundo.

Y como si el cúmulo horrible de todo lo anterior no excediese ya lo imaginable, dondequiera que ese fundamentalismo controla el poder añade sistemáticamente la destrucción cultural más bárbara e irreparable. En 2001, este diario adhirió al estupor impotente del mundo civilizado ante la destrucción de los milenarios Budas de Bamiyán por el gobierno talibán en Afganistán, que precedió por pocos meses al ataque en Nueva York. ¿Señales de advertencia que no supimos leer?, cupo preguntarse entonces. En la ulterior década y media, esa destrucción cultural irreparable añade regularmente nuevos capítulos que desvanecen en polvo y humo tesoros artísticos, arqueológicos e intelectuales que testimonian y permiten comprender el curso de la mente y la historia humanas.

Es ya imposible una enumeración completa de las pérdidas en tantos sitios. El museo de Kabul en su hora, monumentos y bibliotecas en países de Asia y África -en Tombuctú, Mali, por ejemplo, fueron quemados invaluables manuscritos del Centro Ahmed Baba-, marcan la desaparición irreversible de hitos de nuestra especie, en nombre de una repugnante y demencial "limpieza religiosa".

Lo ocurrido en estos días en Mosul, otrora foco cultural de Irak, con sus bibliotecas, incluidas la de la universidad y la de los musulmanes sunitas -cientos de miles de documentos preciosos y únicos quemados el pasado domingo-; su museo -una filmación orgullosamente difundida muestra la acción de combos, martillos y taladros acabando con reliquias asirias y partas, y objetos de cinco mil años a.C.-, sus iglesias y templos multicentenarios, sus teatros, centros artísticos y educacionales, recuerda, y supera en ciertos aspectos, la quema de libros y la proscripción nazi del "arte degenerado", los delirios del dirigismo cultural soviético y las...

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