Adela Cortina: 'Existe una confianza excesiva en la democracia, cuando lo que urge es fortalecerla'
Adela Cortina habla en forma pausada y clara, muy lejos de la verborrea críptica que abunda en tantos claustros académicos. Su voz, gestos y ocasional sonrisa transmiten firmeza, pero también algo de dulzura y calma.Varios videos cortos, disponibles en YouTube, plasman su mirada de la ética aplicada a la vida política, la economía, la ciencia y la sociedad civil. También es muy conocido su concepto de "aporofobia" - "rechazo al pobre"-, que la RAE ya incorporó a su diccionario. Y en 2008 protagonizó un momento histórico: entró a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España. Era la primera mujer que ingresaba a la institución desde su fundación en 1857.Sería largo enumerar todos los pergaminos de Adela Cortina (1947), pero se pueden nombrar algunos: su formación al alero de los filósofos alemanes Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel; una brillante carrera como catedrática de Ética y Filosofía Jurídica, Moral y Política desde 1986; siete doctorados honoris causa y la autoría de premiados ensayos. El título de uno de ellos: "¿Para qué sirve la ética" (Premio de Ensayo 2014 en España) sintetiza, de alguna forma, la interrogante que ha cruzado la vida de esta pensadora nacida en Valencia, donde siempre ha enseñado en su universidad.La filósofa ha sabido transitar con fluidez entre las aulas y los medios masivos. Es columnista habitual del diario español El País, una vivencia que define como "fascinante" y en la que ha abordado temas que van desde la "televida" hasta la gerontofobia, pasando por la invasión de Ucrania. "Allí experimento en primera persona que la filosofía es fecunda para la vida cotidiana, que lo que aprendemos en las aulas, transformado en diálogo con los lectores, nos sirve para bosquejar conjuntamente orientaciones para la acción, para construir un 'nosotros'", explica.-Su gran tema de estudio ha sido la ética, en un mundo que parece ir "corriendo el cerco" en las posibilidades de manipular la naturaleza y la especie humana. ¿Cómo ve usted esta situación? En ciertos ámbitos, los límites éticos parecen estar cada vez menos presentes."Creo que existe una desafortunada costumbre de entender que la ética tiene por tarea poner límites, decir 'no' a los avances científicos. Pero eso no es así. La misión de la ética es decir 'sí' a todo lo que pueda empoderar a las personas, darles fuerza para que puedan llevar adelante una vida buena. En este sentido, el progreso tecnológico y científico es una excelente noticia, porque cada vez contamos con más instrumentos para superar enfermedades, entablar comunicación con lugares lejanos, ahorrar tiempo y esfuerzo en trabajos monótonos. Pero la clave consiste en...
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