Adán Méndez: 'Si no fuera el escritor que es, nos habríamos olvidado de él hace rato' - 15 de Noviembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 851824671

Adán Méndez: 'Si no fuera el escritor que es, nos habríamos olvidado de él hace rato'

Con grilletes y a momentos de ser asesinado, Diego Portales le dijo a un amigo: "No hablemos del pasado; pensemos en el futuro". Hay allí un humor monstruoso, ese humor que anuncia calamidades, un "humor de mal agüero", dice el editor y poeta Adán Méndez (Concepción, 1967) en el estudio que precede a la antología que hizo del epistolario del comerciante, militar y político chileno, bajo el título "Cartas personales de Diego Portales" (UDP).Méndez destaca el acontecimiento literario que siguen siendo esas cartas y la "obsesión bicentenaria" que es Portales. "Es cierto que mi interés primero fue literario -explica-, y es siempre el más fuerte. Pero por un motivo u otro, Portales nos saca de la literatura. La obsesión va sumando capas, y en la que estoy ahora es esta: con él estamos hablando en serio, se trata de algo grave. La literatura está muy infantilizada, fíjate que hoy se usan como elogios críticos términos como 'provocador', 'incorrecto', 'rupturista', 'insolente', etcétera. Términos que más bien describen la conducta de los niños, o de gente inmadura o, en todo caso, de gente inofensiva, y la verdad no entiendo en qué sentido pueden ser elogios -a menos que sean elogios irónicos. Con Portales no, él es de otra categoría, no está payaseando. Portales es ofensivo de verdad".-Si imaginamos el epistolario como una novela, esta comienza en 1821 con un "joven viudo inconsolable, enamorado aún de su reciente muerta", muy a contrapelo del desarrollo posterior del personaje. Según usted, como ocurrió con el Cid, es un golpe afortunado del azar que esa sea la primera carta que tenemos. ¿Por qué le gusta ese comienzo para la novela de Diego Portales?"Esa carta es muy intrigante. Al mejor novelista no se le hubiera ocurrido empezar la historia de un hombre como Portales con una carta así, ni al mejor poeta épico se le hubiera ocurrido empezar la historia del Campeador imbatible con 'de sus ojos llorando con tanta fuerza'. Tuvo que intervenir el azar, y perder una página en el caso del Cid, y muchas cartas en el caso de Portales. Me gusta porque marca el hecho de que de ahí en adelante todo es paradoja. Encina basó su visión de Portales en esta carta: estima que sublimó su amor roto en un amor místico a la patria y, cosa curiosa, también estima que el libertinaje sexual de Portales se originaba en esa pérdida. Al considerar Encina que en esta primera carta no hay arenas movedizas, licúa con ese misticismo propuesto por él gran parte de la ironía...

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