Acuerdos y desacuerdos de Sabat y Sabat - 12 de Marzo de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 258733194

Acuerdos y desacuerdos de Sabat y Sabat

Podría ser un hombre, de más de cincuenta años, con una camisa entallada, con dos botones desabrochados, emparejado a una veinteañera, rubia, de curvas pronunciadas, bien pintada, con un iPhone blanco en una mano, otro teléfono en la otra; la solución perfecta para un crisis de mediana de edad.

Un espectador medianamente informado sabe que no; que Pedro y Marcela, de 57 y 29 años, son padre e hija, alcalde de Ñuñoa y diputada; diputada de la República, como les gusta decir. Son los Sabat, la familia que mantuvo tensionada a la alianza de gobierno los últimos diez días a causa del reemplazo en la alcaldía de la Florida y que, dicen, están de acuerdo en muchas cosas y en desacuerdo en otras tantas.

No hace falta estar en su ambiente mucho rato para darse cuenta, por ejemplo, que a Marcela le importa mucho lo que la gente piensa de ella.

- No, no me parece esa foto. No me la voy a tomar - dice cuando le piden que mire a su papá para una foto, mientras él mira a la cámara.

-¿Por qué no quiere?

- Porque no es lo que quiero proyectar. No, no quiero.

Él no tiene problemas con eso. "Han dicho cada cosa de mí, me han dado tan duro, llevan tantos años tratando de destronarme, ya que me da lo mismo. Uno va curtiendo el cuero para esas cosas".

A saber: en sus 16 años en la alcaldía de Ñuñoa se ha dicho y publicado que Pedro Sabat ha suscrito contratos irregulares en la comuna, se ha relacionado comercialmente con sujetos envueltos en narcotráfico e incluso, sus detractores, han publicado una lista de sus propiedades, intentando demostrar cómo su patrimonio ha crecido bajo su mandato. Ninguna investigación, incluyendo una de la Contraloría de la que fue sobreseído, ha logrado comprobar un ilícito.

-Estuve en tribunales siendo cuestionado por todo, por ladrón, narcotraficante. Pensé que iba a perder la elección, casi no hice campaña y hasta me daba vergüenza presentarme por todas las cosas que decían. Hasta que salí inocente de todo. Me acusaron de tener vínculos con Jaime Camhi (vinculado al lavado de dinero para Manuel Fuentes Cancino, "El Perilla"), pero todo lo que hice fue contratarlo en una empresa de mi propiedad, cuando no tenía malos antecedentes. Más encima firmé de aval para los estudios de su hijo y todavía estoy pagando mes a mes. Se aprovecharon de cualquier cosa para ensuciarme.

A saber: se ha dicho que su carácter lo traiciona y que tiene arranques violentos.

- Si me dicen ladrón, lo más seguro es que a esa persona le va a llegar un combo. No puedo caer en ciertas formas de cinismo. Yo estudié en un colegio fiscal, las cosas se arreglaban así y soy de ante de las revoluciones de las flores. Qué tanto que te llegue un combo.

A saber: también se ha dicho que fue pinochetista.

-Cuando leo los libros de Altamirano o Corvalán, haciendo apologías del gobierno de Allende me enojo mucho. A mí el gobierno de Allende y lo que ocasionó me cagó la juventud. Yo era muy bohemio; de pasar de largo en las noches, tuve que acostumbrarme a vivir en toque de queda, a ver balaceras en el centro de Santiago, ver cómo a un tipo, a un metro de distancia, le pegaban un balazo en la cabeza. Se llevó la actividad política a un nivel de violencia muy nocivo. Y yo no quería eso para mis hijos ni para mí y terminé siendo pinochetista. E incluso ahora, cuando uno se ha enterado de las cosas muy duras que ocurrieron, con las cuales ahora no estoy de acuerdo, no me arrepiento como tantos cobardes que hoy dicen: yo jamás trabajé para el régimen, nunca estuve con Pinochet. Ese montón de mentirosos que despotrican contra Pinochet y eran los primeros lamepisos, me producen una...

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