Acoso virtual La otra cara de la violencia contra las mujeres
H ace un año, Belén dejó su departamento. Su expareja, un profesional joven con quien mantuvo una relación de seis meses, comenzó a acosarla por e-mail . Un día, recuerda Belén (nombre ficticio para una periodista de 30 años, quien prefiere mantener su anonimato), recibió casi 40 correos con amenazas.En octubre de 2020, él la contactó para resolver algunas cosas personales. Acordaron reunirse el 18 de octubre. Ella iría a su casa. Para Belén el encuentro era algo normal y, dice, hasta esperado: su expareja tenía un perro al que quería volver a ver. Pero ese día se conmemoraba el estallido y las manifestaciones impidieron que llegara al encuentro.-Nos comunicamos por celular y él se molestó mucho -recuerda Belén y cuenta que al día siguiente empezaron los ataques. Llegaron correos de una cuenta anónima tanto al correo de su trabajo como al personal.-Eran correos que se referían a mi integridad sexual y a mi intimidad. Supe de inmediato que era él porque mencionaba cosas muy íntimas. El primer día fueron siete correos, el segundo fueron 25 y el tercero llegaron 38 -asegura Belén y relata que algunos correos decían: "Ten cuidado cuando camines sola en la calle porque en algún momento alguien se va a vengar de ti".Tras la ruptura, el hombre se había quedado con las llaves del departamento de Belén y eso lo hacía notar en sus mensajes: "Quizás alguien tiene las llaves de tu departamento, quizás alguien te reviente la chapa".Una semana después de que recibió los e-mails , asegura que su expareja llamó a una amiga cercana alertándola que Belén podía suicidarse y que iban a culparlo.-Era una amenaza velada. Tomé el computador, un poco de ropa y me fui de mi departamento. Fue duro tener que salir casi arrancando. A las dos semanas volví para embalar algunas cosas y arrendé en otro lado.Entonces Belén se contactó con una abogada, quien le recomendó iniciar un recurso de protección y puso una denuncia en la Policía de Investigaciones (PDI). La recomendación tenía como finalidad actuar rápidamente. Un recurso de protección tiene 30 días para ser promulgado, en cambio, un proceso penal puede demorar meses.El 23 de abril de 2021, la Undécima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de protección interpuesto por Belén. Pese a que la Corte estimó que los antecedentes presentados permitían concluir que esos correos fueron efectivamente recibidos por Belén, no fue posible deducir que el emisor haya sido efectivamente su expareja.La Corte propuso a Belén resolver el problema a través de un juicio. Ella decidió no seguir adelante con acciones legales.-Lo que quería era que se garantizaran mis...
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