La acción fallida en la frontera norte que hace incontrolable la inmigración
A casi tres horas de Iquique, a 3.700 metros de altura, el paso fronterizo Colchane está convertido en el dilema. Ahí transita el crimen que atemoriza a la Región de Tarapacá, en medio de extranjeros que llegan en busca de un mejor horizonte.Vehículos robados que llevan a Bolivia, donde son legalizados. Inmigrantes que caminan por la ruta de la "reconducción fallida" (en la que se esperaba devolver de inmediato a los ilegales, mas Bolivia no acepta el reingreso a los de otros países que cruzaron hacia Chile por el suyo). El nuevo negocio del transporte de indocumentados en notables camionetas que dan cuenta de la rentabilidad del emprendimiento. El contrabando de droga, cigarrillos, armas y delincuentes.Ahora que el Presidente Boric se puso de acuerdo con su par Luis Arce para iniciar conversaciones, todos esperan en la I Región que al menos le pida que colabore con el control... porque hay bandidos que cruzan desde ese país - muchos, luego de atravesar Venezuela, Colombia y Perú, ya que la ganancia aquí es 3 a 1- y no se hace cargo.Hoy no es delito el ingreso clandestino; solo una infracción. Y con eso se debilita el control fronterizo, comentan los iquiqueños.Todo parte en ColchaneDesde el límite de Colchane y Pisiga Bolívar (el primer poblado boliviano) se observa a los inmigrantes en medio del humedal, entre tierra irregular y pozas de agua, caminando al tranco de las llamas.Cuando divisan a los carabineros junto a las dos zanjas levantadas para impedir el paso de los infractores, la mayoría retrocede. Solo cuatro mujeres y un hombre se acercan al cruce, y cuentan que atrás quedaron varios venezolanos, que requieren visa y no solo carnet de identidad para entrar al país. Una de ellas, una mujer mayor, cruza confiada el caminito que hay en medio de las zanjas. Es el Paso Ancestral de los aymaras, habilitado de facto porque hay 80 niños que diariamente cruzan para asistir a la escuela de Colchane y porque el intercambio comercial entre aymaras bolivianos y chilenos es frecuente en la frontera, explica el alcalde Javier García.Un soldado del Ejército está con su fusil al hombro frente al Paso Ancestral y casi ni respira en la guardia durante horas. Los militares destinados a la extensa frontera apoyan a los 65 a 70 carabineros en Colchane. No tienen muchas facultades para actuar. "El Ejército colabora a Carabineros en tecnología y apoyo logístico (camiones, visores nocturnos, camionetas, etc.). Y rescatan a los migrantes abandonados por coyotes en lugares de difícil acceso... Tareas humanitarias", dice el alcalde de Colchane. Y comenta que hay un solo camión con escáner para detectar droga y otros contrabandos en Colchane, que en Carabineros dicen que pertenece a la Aduana y es el único en la región.Mientras la mujer aymara cruza tranquila por el Paso Ancestral, las otras tres personas que la siguen, un joven y dos mujeres, deben dar explicaciones. Una de ellas detalla que su pareja la quiere matar y por eso busca refugiarse en Chile. Un teniente chequea la identidad de la mujer y averigua que estuvo antes irregular, y salió en noviembre del año pasado. La persona que la acompaña explica su propio caso: en el complejo aduanero no la dejaron pasar porque no traía plata suficiente para mantenerse. Lo mismo afirma el joven que las sigue.Las tres personas son trasladadas por...
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