'En la academia norteamericana la exclusividad y el costo de la matrícula es correlativo a la enajenación intelectual de sus miembros' - 10 de Febrero de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 1016458206

'En la academia norteamericana la exclusividad y el costo de la matrícula es correlativo a la enajenación intelectual de sus miembros'

"Admito que estoy más cerca de Lacan que de la CAM en esto de la identidad; es cierto, para mí la identidad resbala de un pueblo a otro, de un verbo a otro, sin que sepamos con certeza qué es chileno, qué es ser pueblo, qué un latinoamericano, qué un judío y qué un palestino. Sé que soy inmigrante, y sé lo que eso significa. Soy escritor y también sé lo poco que eso significa hoy si no va acompañado de algún guiño hacia las comunidades LGTBQI+ o hacia los pueblos preexistentes. Nieto e hijo de inmigrantes, sin escaños reservados ni tierra prometida ni estancia asegurada: lo que hago soy yo mismo, lo que trabajo y escribo".Esta suerte de autorretrato de Roberto Brodsky figura en su columna "Defensa del nombre", escrita en julio de 2022 y que, junto a otros escritos, integra el libro Balas perdidas. La foto de Pinochet y otras crónicas a 50 años del golpe de Estado en Chile , una recopilación de textos políticos y periodísticos recién presentada en Santiago bajo el sello Rialta, de México. Son crónicas "nunca a medias tintas" como escribe en el prólogo Christian Viveros-Fauné, con críticas a los 30 años y a la complacencia de la transición, con dardos a Pinochet, pero también a las funas y su propio asombro ante un grupo de "revolucionarios tardíos" en Nueva York en una reunión posestallido de 2019.-Usted fue un hombre crítico de los 30 años, quizá un autoflagelante, pero hoy se ha vuelto crítico de la actual generación en el poder. ¿Por qué?-El punto es que los 30 años contra los que patalea la generación de Boric no son los míos ni los de mi generación: nosotros tenemos 50 años o más en el malestar del horroroso Chile, dejamos el pellejo en el castigo que se nos impuso siendo jóvenes, crecimos allí, medio escondidos, expulsados de las universidades y relegados en pueblos perdidos, pero sabíamos que peleábamos por justicia, libertad, democracia, que hoy suenan a pura consigna, pero entonces traducían una realidad. La generación de Boric ha tenido la cabeza puesta en el poder, en ocupar el Estado y dirigirlo con sus códigos y lenguaje, es decir, lo mismo que obsesionó a los dirigentes de la Concertación revenidos del fracaso de 1973 y que condujeron esa transición que hizo de Pinochet un factor de estabilidad democrática. ¿Cómo no ser crítico ahora del adanismo juvenil que no demora 30 años en corromperse, sino solo tres?Radicado en Estados Unidos y de visita permanente en Chile, hoy Roberto Brodsky hace clases en la School of Visual Arts de...

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