'Abbey Road': el oportuno adiós de Los Beatles
El 8 de agosto se registró más ajetreo de lo habitual en la punta de diamante que marcan Grove End Road y Abbey Road. La transmisión minuto a minuto que una cámara realiza allí dio cuenta entonces de una altísima concentración de peregrinos, algunos incluso disfrazados de Beatles, que acudieron al célebre paso de cebra junto a los estudios de EMI.Ese día se cumplían 50 años de la fotografía que ilustra el último LP grabado por el grupo (ver recuadro). En ella se aprecia a Los Beatles alejándose del estudio , una imagen que ha simbolizado su despedida. Como testimonio de una época de intensidades, creatividades y turbulencias cada día y como testamento para la música moderna, este jueves 26, el álbum "Abbey Road" celebra medio siglo.Pocos, sin embargo, saben que ese cruce no se encuentra hoy en el mismo sitio que aparece inmortalizado en la carátula, pues fue desplazado unos metros en los años 90. El muro perimetral del estudio que da a la vereda, eso sí, es el mismo de entonces. Cada tanto debe ser repintado para cubrir los mensajes de los fanáticos. Por su valor para Inglaterra en 2010 fue declarado monumento histórico.Y como los ingleses son apegados a las reglas, los conductores esperan con paciencia que los turistas tomen sus fotografías del recuerdo en el cruce, a menudo imitando con muy poca gracia la caminata. Ello no exime a los londinenses del fastidio. Algunos, simplemente, eluden transitar por esa calle en el noroeste, donde a unos 500 metros, en Cavendish Avenue, se encuentra la sobria residencia de tres plantas de Paul McCartney.El músico la adquirió en 1965, justamente pensando en la proximidad con su "oficina", los estudios de EMI, que hasta entonces no se llamaban Abbey Road. El triunfo del álbum (vendió 5 millones de copias solo la primera semana) llevó a los ejecutivos del sello a rebautizar el lugar. McCartney solía adelantarse a los otros beatles durante algunas jornadas para iniciar el trabajo en el estudio solo, grabar tranquilamente "Blackbird" en el patio o calentar la garganta para acometer con todo en "Oh¡ darling".Lo hizo de esta manera también para la grabación de una de las canciones menos escuchadas y más desconocidas del catálogo de las 211 en la historia del grupo, acaso por lo breve, desnuda y contrastante que aparece frente a la catedral de sonido que exhibe todo "Abbey Road". Pero más que nada por la ubicación en que terminó dentro del álbum: "Her majesty", una tonadita de 23 segundos cuya letra recuerda un premiado ensayo escolar que escribió a los 10 años con motivo de la cororación de Isabel II.Lado uno: ahora mismoLo sorprendente, señalan los historiadores del rock, es que ante todos los pronósticos "Abbey Road" vino a reubicar a Los Beatles como esos artesanos de la música moderna que habían maravillado al mundo cada vez, exhibiendo un compromiso que ya parecía extinto. Tanto las caóticas sesiones del "Álbum blanco" como el fracaso del documental para el disco "Let it be" vaticinaban un mal término de la historia. El final se palpitaba ahora mismo. Pero Paul no quería aceptar el fracaso e incluso el productor George Martin se...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba