Pinilla al palo - 26 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 540605814

Pinilla al palo

Mauricio Pinilla tiene la piel recorrida por doce camisetas en el cuerpo, y lo que antes sabía por diablo, ahora lo sabe por viejo.

Claro para el fútbol y es un decir exagerado, pero nadie le discute su experiencia de cancha, tiro y lado, con un currículum de países, idiomas y monedas que no es para cualquiera.

Aún permanece la imagen de un travesaño astillado por su latigazo furibundo en el Mundial. Un momento espectacular, fugaz y finalmente inútil. Un instante que ya trascendió en el título de un libro: "Minuto 119", del periodista Cristián Arcos.

Pinilla no es un tanque, pero es lo más parecido que tenemos. Desordenado y desarmado y quizás difícil de cuadricular y ensillar, pero es uno de esos delanteros que ocupan espacio y preocupan. Un hombrón tatuado que ha rebotado en el tiempo y en más de un club, pero supo arrodillarse y levantarse, para saltar de Chipre a Italia y afirmarse en equipos que andan de la mitad de la tabla hacia abajo: Grosseto, Palermo, Cagliari y Genoa.

No está para ser llamado como deshojando la margarita: a veces sí y a veces no.

Para los amistosos de la selección, fue convocado para México y Haití, pero no para los encuentros con Perú y Bolivia.

Es mucho más que un debutante, no está en la categoría de Nicolás Castillo, Juan Delgado o Ángelo Henríquez. Y tampoco en el patrimonio viviente que aún se la puede, sobre todo en el medio local, léase Gustavo Canales y Esteban Paredes.

No es un pajarito nuevo y tampoco una antigua gloria de colección.

Pinilla es otra cosa, y con 30 años, el delantero está en su cocción justa, a punto, y lo que necesita es un...

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