La playa Huilliche de Cameron y Drew - 19 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 539609050

La playa Huilliche de Cameron y Drew

Caminando con un lonko

Don Carlos Paillamanque parecía un tipo hosco. Cuando hablé con él por celular, me dio la impresión de ser un hombre distante y de pocas palabras. El saludo con nuestro guía aquella mañana, afuera del hostal en Maicolpué, fue simplemente la confirmación de esa impresión inicial. Quizá no era el mejor escenario, considerando el largo trayecto que nos separaba de Caleta Huellelhue y que tendríamos que recorrer juntos, pero de un momento a otro nos vimos caminando con nuestras mochilas a cuestas.

Cerca de cuatro kilómetros avanzamos por un camino de ripio hasta llegar a Tril Tril, poblado con una veintena de casas que destaca por su hermosa playa. Fue en ese lugar donde las toninas nos sorprendieron por primera vez, saltando y surfeando las olas.

Tras pasar este sector comienza el verdadero sendero hacia el Mapu Lahual, una huella que poco a poco se aleja del mar para internarse en los tupidos y húmedos bosques de la cordillera de la costa de Osorno.

Olivillos, canelos, lumas y arrayanes de palo colorado son algunas de las especies que nos acompañan permanentemente en este viaje. Mientras subíamos y bajábamos por innumerables quebradas, nuestro guía se fue despojando de esa coraza que inicialmente había mostrado, para contar la historia de estos bosques: un ecosistema que conoce como la palma de su mano y que, en su calidad de lonko huilliche, ha intentado proteger a lo largo de los últimos años.

"No sé si reír o llorar", es lo primero que dice Paillamanque más tarde, al arribar a Caleta Huellelhue. Nosotros no hicimos más que reír, pero con cautela, quizá tratando de asimilar lo que habíamos realizado: resultaba increíble ver que por fin llegamos a la casa de los Llancar, tras agotadoras diez horas de caminata.

Día 2

A solas con las toninas

Pese al cansancio, salimos motivados con la intención de conocer los alrededores. Previa coordinación con nuestros anfitriones, uno de los nietos de la familia nos llevó en bote al otro lado del río Huellelhue, principal vía de comunicación en esta comunidad. Ya en la ribera sur, caminamos por los terrenos donde se ubican la escuela rural y algunas casas, para luego subir una pequeña cuesta hasta reencontrarnos con el océano Pacífico.

La playa Rada Ranu, con sus dos kilómetros de arena blanca y mar azul, estaba completamente desierta para nosotros. No obstante, después de un rato nos dimos cuenta de que no éramos los únicos allí. Nuevamente, varias toninas se aparecieron y por más de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR