Golpes bajo la cintura - 18 de Octubre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 539500154

Golpes bajo la cintura

El candidato Aécio Neves tiene la única reacción posible, dice que se arrepiente de haberse negado (en un incidente en 2011) a soplar el alcoholímetro y elogió la Ley Seca. Pero encaró con soberbia la adversidad, criticando a su oponente por hacer insinuaciones sin tener el valor para inquirirlo directamente. Un intento de contención de daños por un desliz que un hombre público sabe que puede tener consecuencias. Esa era una carta previsible, ante el festival de bajezas que viene dominando esta campaña y que había sido jugada en la víspera, cuando el ex Presidente Lula da Silva, dijo que una persona que se niega a soplar el alcoholímetro no puede ser Presidente.

El mismo Lula fue acusado hace años en un reportaje de The New York Times de ser un Presidente borracho. Entonces fue defendido por diversos políticos y recibió una solidaridad generalizada. Escribí en esa ocasión que no había indicios de que el hábito de beber le impidiese gobernar, lo que hacía del reportaje una historia llena de insinuaciones.

Sin entrar a discutir quién tiene más razón o culpa, es espantoso que un político que ya fue víctima de las peores atrocidades, como las que su hoy aliado Fernando Collor de Mello hizo en la campaña de 1989, pueda usar métodos semejantes en las ansias por derrotar a su adversario.

Collor ventiló que la madre de Lurian, la hija de Lula, la obligó a hacerse un aborto, una bajeza que entró a la historia de la política negativa de Brasil. Causó un gran estrago y desestabilizó a Lula el resto de la campaña.

El candidato Aécio Neves aparentemente reaccionó al ataque con tranquilidad, señalando que Dilma usaba los mismos métodos que Collor usó contra la familia de Lula. Su contraataque fue por nepotismo, apuntando que Igor Rousseff, hermano de la Presidenta, era un funcionario fantasma de la gestión de Fernando Pimentel en la alcaldía de Belo Horizonte -un caso típico de nepotismo cruzado- un comentario que fue hecho pidiendo disculpa por bajar el nivel.

Una maniobra distractiva para plantear al elector que él quería discutir los programas de gobierno, pero que Dilma llevaba la discusión al ataque personal. Aécio subrayó eso varias veces en el...

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