Petición - 15 de Marzo de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 497693842

Petición

Recuerdo vagamente el título de un ensayo del escritor polaco Adam Zagajewski, algo así como "¿Qué hace espléndida una ciudad?". También recuerdo que -como tantos otros textos- no lo leí entero, pero quedó dando vuelta una idea expuesta en los primeros párrafos: los habitantes de una ciudad espléndida suelen ignorar su esplendor. Lamento estar lejos del libro para corroborar la referencia, pero, en compensación -una gananciosa compensación-, tengo a la mano para saborear "Estambul", del muy talentoso Orhan Pamuk.

Ese libro maravilloso -que puede ser leído como las memorias del Premio Nobel turco- intenta elaborar una aproximación a lo que distingue a Estambul, su ciudad natal, al sello inconfundible de su esplendor. No cree Pamuk, ante todo, que ese sello pueda ser comprendido y percibido sino después de un largo habitar en la misma ciudad y, en rigor, por lo mismo, es una experiencia inefable, imposible de describir con palabras, como su libro precisamente pretende. La razón esencial de ese carácter inefable radica en que si bien el sello de Estambul puede encontrarse en muchísimos aspectos físicos (lugares, costumbres, arquitectura, paisajes), no consiste en nada físico, sino en un sentimiento: Estambul -para Pamuk- es un estado emotivo, en turco, "hüzüm", traducido como "amargura". El libro (en este sentido sigue la tradición de ensayo de Montaigne) es un tanteo personalísimo en torno a esa esquiva noción que, paradójicamente, fue percibida primero por viajeros occidentales (Melling, Nerval, Gautier, Flaubert, Amicis) antes que por los escritores turcos y por los...

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