A 40 años de su muerte, Pier Paolo Pasolini habla de fútbol - 7 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 581966250

A 40 años de su muerte, Pier Paolo Pasolini habla de fútbol

Los futbolistas y el vicio. "Como es sabido, los futbolistas están viciados: durante unos años de su juventud son divos como ningún otro divo. Nada es igual que un estadio lleno de gente: ni siquiera el gran público del cine, fraccionado en mil salas y salitas, puede compararse con esa masa viva, rugiente y, finalmente, atormentadora. Y en ningún otro ámbito se realiza una transferencia semejante en el propio ídolo, como ideal realizado de uno mismo. Eso explica, pues, que algunos jugadores de fútbol estén un poco viciados".

El fútbol y las tardes más bellas de su vida. "Soy tifoso del Bologna. No tanto porque haya nacido allí, sino porque volví a la ciudad con 14 años y empecé a jugar al balón (después de haber despreciado tanto ese juego, yo que amaba jugar solo a la guerra). Todas las tardes que pasé jugando en los prados de Caprara fueron indudablemente las más bellas de mi vida. Jugaba seis y siete horas seguidas, sin interrupciones: era extremo izquierdo, por lo que mis amigos me llamarían, unos años después, "Stuka" -dulce y sombrío recuerdo-. Solo con pensarlo se me hace un nudo la garganta. Por entonces el equipo del Bologna era el más potente de la historia. (...) !Qué domingos en el Estadio Comunal¡ Pero qué extraño suena; todo ha cambiado en estos treinta años. Me acuerdo de aquella época como si fuera la de un muerto: todo ha cambiado, pero los domingos en los estadios son idénticos. Me pregunto por qué...".

El fútbol de izquierda y de derecha. "He leído -sin creer lo que veían mis ojos- el texto de una mesa redonda donde han participado Moravia (Alberto, escritor) y Herrera (Helenio, entrenador argentino célebre en Inter y Roma por sus tácticas defensivas). Herrera dice: "el fútbol -y en general el deporte- sirve para distraer a los jóvenes de actitudes contestatarias. Sirve para tener tranquilos a los trabajadores. Sirve para no hacer la revolución. Como hace Franco en España con las corridas de toros.

Pero !esto es enorme¡ !Y nadie se ha parado a comentar tal enormidad¡ !Nadie, ni siquiera los periódicos de izquierda¡ Y esto es tanto más enorme que la enormidad que ha dicho Herrera con tanta inocencia: lo digo porque Herrera es inocente, de una inocencia que tira para atrás, mientras que los fallidos comentadores no lo son.

Herrera, sin darse cuenta, con atávica y ni siquiera antipática impudicia, ha desenmascarado el fútbol: su función reaccionaria, su...

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