4 de septiembre de 1970: arribo y partida - 30 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 847541708

4 de septiembre de 1970: arribo y partida

A Chile, un país al fin del mundo, le ha sido propia una extraña propiedad: viviendo una realidad económica y social más retrasada que la de los grandes modelos modernos, reproduce más semejanza a la política europea que otros países latinoamericanos. Gozaba de paz política en democracia competitiva y Estado de Derecho en relación con su época que no tenía parangón con América Latina; y con la extraña tentación de caer en quiebres y crisis graves cada tres o cuatro décadas, en inquietante regularidad.Una izquierda de meta revolucionariaDesde la década de 1930 ya estaba instalada en la política del país una subcultura política marxista, que iba más allá de la estructura de los partidos o de los sindicatos. Sucedió lo mismo que en toda América Latina; se demostró la dificultad para crear una fórmula socialdemócrata que supiera integrarse al sistema y a la vez influir creativamente en el mismo. En Chile, la izquierda antisistema hundía raíces desde el siglo XIX. Con vaivenes, prevalecería una izquierda con orientación radical. En los años 1960 hubo una carrera hacia un marxismo ortodoxo, no siempre comunista, pero más vociferante: hasta dos grupos en lo original de orientación cristiana empezaron a "hablar en marxismo", algo común en la época, yendo a parar no a la izquierda de la DC, sino que a veces a la izquierda de la UP. Aquí ni jugó un papel solo el marxismo como creencia secular, sino que un algo del espíritu de los sixties , en cuanto revolución cultural.Los comunistas estaban comprometidos con el modelo soviético, su gran paradigma desde el comienzo hasta el final; los socialistas -una variedad de posiciones- a partir de la década de 1950 convergieron en su casi totalidad en modelos radicales, ya sea revoluciones tercermundistas, como el caso de la argelina; sobre todo la cubana. Ya antes de 1973 miraban a Alemania Oriental (comunista) como otro de sus modelos y casi no se referían a diferencias con la experiencia soviética. Sin embargo, estaban también entrampados en un sistema institucional que les permitía pocas posibilidades de actualizar una táctica revolucionaria.Institucionalización vs movilizaciónAquí radica un entramado más de la singularidad chilena. En este país la institucionalización precedió a la movilización. La izquierda de un socialismo variopinto y el anarquismo que surgieron a fines del XIX carecían en lo inmediato de los medios para un camino legal, pero tampoco tenían posibilidad alguna para una toma de poder...

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