Desde 2011 27,2% creció la superficie de mandarinas en Coquimbo
Amy Simms está en plena cosecha. Las lluvias que cayeron en Mialqui, en la parte alta del valle del Limarí, en la Región de Coquimbo, frenaron momentáneamente la recolección de las frutas. Mientras que buena parte de la industria frutícola entra en reposo durante el otoño, Simms está a cargo de sacar adelante las 30 hectáreas de clementinas que tiene junto a su marido, Roderick MacLean.
En la década que lleva con el cítrico, ha pasado por la extensa sequía que golpeó al Norte Chico y algunas heladas. Sin embargo, explica que el proyecto siempre ha sido sustentable en términos financieros.
Simms sabe una cosa o dos de números. Trabajó en Wall Street en el área de inversiones antes de instalarse en Chile.
-Hasta ahora ha sido bueno. Eso sí, tenemos una estructura muy liviana y exportamos directamente nuestras clementinas -explica.
Sus resultados contrastan con los de productores de otras frutas en el Norte Chico. La producción de uva de mesa vive una temporada de bajos precios y la superficie de paltas ha retrocedido severamente, debido a su alto consumo de agua.
A diferencia de ellos, la familia de las mandarinas, que incluye a las clementinas, mantiene un silencioso, pero consistente crecimiento de su superficie. Las últimas cifras oficiales afirman que existen 4.807 hectáreas de mandarinos. Los privados agregan que la oferta chilena se incrementa a un ritmo promedio de 10% anual.
Popularmente se conocen como clementinas las variedades más precoces y a las mandarinas a las tardías. En este último grupo aparece la W Murcott, una de las más plantadas en los últimos años.
-Las clementinas y mandarinas han tenido precios mucho más estables que la uva de mesa. Además, usan menos horas hombre, y con variedades ya probadas se logran frutas por las que los mercados están dispuestos a pagar bien -explica María Inés Figari, presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte.
La dirigenta reconoce que tradicionales productores de uva de mesa del Elqui y Limarí han comenzado a plantar sus propios cuarteles de clementinas y mandarinas como forma de explorar un rubro con un futuro con mejores perspectivas.
De hecho, la Región de Coquimbo alcanzó las 2.630 hectáreas en 2015, 27,2% más que en 2011, incluso a pesar de la sequía.
Buenos retornos
Ricardo Ariztía Tagle tiene la tarea de supervisar buena parte de las hectáreas de mandarinas que comercializa Subsole, una las principales exportadoras en ese rubro. Tiene claro el atractivo actual de esos cítricos.
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