1915-2015: Las huellas del dramático hundimiento del 'Dresden' - 8 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 560103774

1915-2015: Las huellas del dramático hundimiento del 'Dresden'

1 El barco: su pasado y su presenteA cerca de 60 metros de profundidad, en las cristalinas aguas de Bahía Cumberland, en la isla de Juan Fernández, reposan los restos del crucero alemán "Dresden". Hace prácticamente cien años, a las 10:45 horas del 14 de marzo de 1915, la embarcación que combatía en la Primera Guerra Mundial fue hecha explotar por su propia tripulación, para impedir que fuera capturada o destruida por tres barcos ingleses: el "Kent", el "Orama" y el "Glasgow". Sus marinos -una veintena de ellos heridos- escaparon a la costa por distintos medios, muchos de ellos nadando. Tres murieron y cinco desaparecieron.

"Mi padre de la guerra hablaba casi nada. Creo que la situación vivida por la tripulación fue muy traumática. Pero en algunas ocasiones mencionaba el desembarco del buque, que fue muy dramático. Él llegó a nado a la costa junto a otros compañeros y contaba que le dolía mucho la rodilla izquierda debido al intenso frío de las aguas", relata Melitha Krause, hija de un suboficial del "Dresden" que luego se avecindó en Chile.

El buque, que tenía tres chimeneas, lleva un siglo sumergido. "Bajar allí es una experiencia muy intensa por la historia que hay detrás. Se podría hacer un paralelo con la 'Esmeralda', por todo lo que involucra", señala el buzo profesional Daniel Malfantil.

Antes de hundirse en el Pacífico, la embarcación protagonizó un mítico escape por las costas y fiordos chilenos. Por eso muchos se imaginan que el "Dresden" era un pequeño y maniobrable navío. No era tan así. Era un barco de guerra de 118 metros de eslora, que albergaba más de 350 tripulantes. Incluso tenía en su interior dos pianos de cola, que en algún momento fueron enviados al fondo del mar para alivianar la carga.

Pero el "Dresden" tenía un rasgo que lo distinguía de las otras naves alemanas en la zona: su velocidad. Un factor que podría explicar por qué fue la única nave germana que logró sobrevivir la aplastante derrota alemana en las Falkland, con la que los ingleses vengaron su orgullo herido un mes antes en la batalla de Coronel (donde murieron más de 1.500 marinos británicos).

Según el escritor Martín Pérez, autor de la reciente novela "Señales del Dresden" -quien investigó sobre el tema por tres años, y llegó a lugares como Hamburgo y Kiel-, "el barco logró huir de la masacre de las Falklands debido a que poseía turbinas Parsons y cuatro hélices navales tetrapalas, muy modernas para la época, que le permitieron alcanzar los 27 nudos. Además, tuvieron la suerte de que la urgente llegada de la flota británica impidió que calibraran su cañones para el hemisferio sur. A eso, se sumó la oscuridad y una densa neblina, que les permitió perderse en la noche".

La nave logró esfumarse de los ojos británicos durante tres meses, pese a que lo perseguían una serie de barcos ingleses, hasta que fue detectada y...

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