Walesa y la sindicalización: 'No aconsejo la afiliación obligatoria. Es bueno explicar y convencer'
Puerto de Gdansk, orillas del Báltico polaco, 1970. El electricista Lech Walesa, de 27 años, se integra al comité de huelga de los trabajadores del Astillero Lenin. Se inicia una gran protesta, que termina con la intervención de la policía antidisturbios del régimen comunista polaco, instaurado en 1945. Entre cincuenta y ochenta trabajadores mueren. Fue el inicio de todo.
Desde entonces comienzan a organizarse en Polonia y en otras repúblicas de Europa central y oriental movimientos que durarían casi dos décadas y que desembocarían en lo que se conocería como el "El Otoño de las Naciones", que fue una oleada de movilizaciones que recorrieron países como Checoslovaquia, Hungría y Bulgaria y que significaron el final de la Guerra Fría.
Mientras aquello ocurría, el gobierno de la URSS también daba señales de incipiente apertura. Tanto, que en 1986 -cuando las movilizaciones ya alcanzaban su punto álgido- el Presidente Gorbachov advirtió a los líderes de las repúblicas satélite que la URSS no intervendría militarmente para defenderlos de los cambios.
A sus 72 años, la vida política de Walesa -casado y padre de ocho hijos- sigue siendo intensa, y no rehúye los temas más candentes de la política internacional. Ha criticado el expansionismo del régimen de Vladimir Putin y, en su gira por América, ha expresado su apoyo a la oposición venezolana.
El 18 de febrero pronunció un discurso en una sesión especial de la Asamblea Nacional Venezolana: "Venezuela tiene grandes riquezas que no se están aprovechando; no hay peor cosa que salir del libre mercado; no lleven a las personas a las cárceles, pónganse a trabajar", fueron algunas de las frases del antiguo sindicalista, que este 16 de marzo visitará Chile en el marco del V Seminario de Estudios y Políticas Públicas de Banco Santander. Además de su presentación en este evento, Walesa sostendrá reuniones con empresarios, clientes del banco y autoridades.
Todavía vive en Gdansk, tiene un instituto en Varsovia -desde donde maneja temas socio-políticos- y viaja dos o tres veces al mes invitado a dar charlas por el mundo, señaló a "El Mercurio" en una entrevista en que se refirió no solo a sus años como líder de Solidaridad, sino también al rol que a su juicio deben jugar los sindicatos en una economía moderna y, abierta y a la relación de los países de Europa del Este y el actual gobierno ruso.
"Soy un observador crítico de eventos internos e internacionales, pero me mantengo patriota, y me uniré a la lucha si surge", afirma antes de emprender viaje a Chile. Uno de los temas globales que le preocupan es el uso...
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