Las voces del San José - 24 de Mayo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 640675629

Las voces del San José

-Las madres eran mucho más resignadas -agrega Clavero-. Eran sumisas. No tenían claros sus derechos. Hoy son exigentes. Saben lo que les está pasando.

En el San José abunda la diversidad. Hay infinitos diagnósticos entre las madres. Marco Clavero los enumera de memoria. Preeclampsia, sobrepeso, obesidad, diabetes gestacional, pielonefritis. Y también dice que cada vez son más las mujeres que consumen drogas en el embarazo. Si en los ochenta tener el primer hijo a los 35 años era un factor de riesgo, hoy estas embarazadas son mayoría.

Susana Bustamante tiene 38 años. Camina lento por uno de los pasillos, en una camisa de dormir blanca. Está conectada a un suero, controlando su pielonefritis. Tiene 32 semanas de gestación.

-Al principio tuve un poco miedo, por mi edad, pero miré a mí alrededor y se me quitó.

Susana proviene de una familia de madres añosas con hijos sanos. Una hermana suya hoy está embarazada con 44 años. Susana se cuida. No fuma, no toma y se alimenta bien. Este es su segundo embarazo.

En Chile ha caído la tasa de natalidad, pero el doctor Clavero dice que en el San José esta realidad no se ha notado. Lo atribuye a la migración. Más de la mitad de los partos de las mujeres migrantes corresponden a peruanas. No dejaron de atenderse en el hospital ni siquiera después del caso de la peruana Bernardita Vega, quien, en 2008, tuvo a su guagua en el baño de la sala de espera de la Urgencia. Ese hecho puso al San José en el escrutinio público. Dos años después, un episodio casi igual, protagonizado por la chilena Yaritza Valenzuela, volvió a cuestionar las deficiencias en la atención.

-Costó bastante sacarse el estigma -asegura Clavero-. Somos muy vulnerables y tenemos muchas cosas que no son óptimas ni manejables. Pero cuando satanizas una institución dirigida a quienes no pueden elegir asistir a otro hospital, la gente llega muy aterrada.

Deisy Cárdenas, 28 años, más de siete meses de embarazo y membrana rota prematura, dice:

-Yo había escuchado hartos comentarios de este hospital. Que era malo, que los que atendían acá psicológicamente te trataban mal, que la atención era lenta, que había personas que estaban 36 horas con contracciones y no las ayudaban.

Flor Gutiérrez tiene en sus brazos a Cristofer León. Ella es peruana; él es su segundo hijo. Tiene 36 horas de vida. Cinco años atrás había tenido a su otra hija aquí.

-Cuando vine con mi primera guagua vine con miedo. Vine llorando, me hablaban mal de este lugar, que el trato...

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