Un viaje a la primera línea del cambio climático global - 4 de Julio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 870401187

Un viaje a la primera línea del cambio climático global

R ené Vargas, poblador de Caleta Tortel, 31 años, recorre con sus ojos de águila las llanuras del valle del río Huemules desde una cumbre rocosa, en los márgenes del Campo de Hielo Patagónico Norte, en la Región de Aysén. Intenta dar con el paradero de su caballo entre los bosques y pastizales arrasados unos días antes por el desborde violento de un lago glaciar. Después de algunos minutos, su vista aguda comienza a diluirse en una mirada pensativa. Sin dejar de observar el horizonte, dice después de un largo silencio: "Otra vez perdimos más de la mitad de nuestras vacas. Y lo peor, parece que este GLOF también se llevó a mi mejor caballo".Para la mayoría de los chilenos, la palabra "GLOF" es extraña. Para René Vargas y su familia, habitantes de los valles aledaños al Campo de Hielo Patagónico Norte, es una expresión cotidiana y llena de significado.Se trata de la sigla acuñada por los glaciólogos a partir de la frase "glacier lake outburst flood", o "inundación por desborde violento de un lago glaciar", un fenómeno asociado al cambio climático global que ocurre cada vez con mayor frecuencia en las tierras de los Vargas, en la frontera del mundo ocupado por los humanos y la Patagonia inexplorada.La evidencia científica demuestra que la actividad humana global está acelerando y profundizando en forma dramática un proceso natural de incremento de la temperatura en la atmósfera que comenzó hace unos 12 milenios. Una de las manifestaciones más evidentes de esta aceleración la podemos ver en el retroceso de los glaciares a nivel planetario. Y Chile, con más de 24.000 de ellos, tiene mucho que mostrar al mundo sobre las consecuencias de este fenómeno.Una parte importante de los glaciares ubicados en nuestro país se concentra en los Campos de Hielos Patagónicos Norte y Sur, considerados las masas de hielos continentales más grandes del mundo fuera de la Antártica y el Ártico.Es justamente en los márgenes australes del Campo de Hielo Patagónico Norte -donde viven los Vargas- donde el retroceso de los glaciares ha dado formación a distintos lagos en las cuencas que antes eran ocupadas por el hielo. Los témpanos desprendidos de los glaciares flotan a la deriva, y son empujados por el viento y las corrientes a los sitios donde nacen los ríos que desaguan esos lagos. Ahí los hielos se amontonan, creando verdaderas represas que hacen subir el nivel de estos lagos hasta que la presión del agua termina rompiendo esos "diques" de hielo. En ese momento se desencadena el GLOF. Las enormes masas de agua se desbordan hacia los valles contiguos con violencia. El torrente grisáceo baja y se abre en tentáculos que buscan caminos hacia el mar a través de bosques y praderas. El desborde va socavando las laderas de los cerros y arrastrando troncos, piedras, sedimentos y arena.René Vargas ha visto todo esto. No era la primera vez que enfrentaba un GLOF. "Hemos tenido que cambiar el lugar de nuestra casa varias veces", dice mientras bajamos el cerro de regreso a su casa en el valle Huemules, donde nos espera su familia. "Todos los veranos tenemos por lo menos un GLOF y la fuerza del agua siempre cambia la forma del valle. Los lugares que antes eran seguros, ahora son inhabitables. Por ejemplo, allá abajo todavía se ve el techo de nuestro galpón que quedó sepultado por el barro hace años. El GLOF también borra...

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