La uva de mesa tras la tormenta - 27 de Septiembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 876233411

La uva de mesa tras la tormenta

La uva de mesa llevó a Juan Pablo Pinto a recorrer México, vivir en California y trabajar en Copiapó. Hace cinco años logró su sueño: tener su propio campo de esa fruta."De los valientes se cuenta la historia, del resto nada. Para ser un productor de uva de mesa hay que ser valiente, no cualquiera puede con la reina de las frutas. Es la más difícil de manejar en términos técnicos, es la que requiere más mano de obra", advierte.En Rinconada de Los Andes, en el valle de Aconcagua, Pinto encontró un campo de 14 hectáreas. Influenciado por las críticas a la oferta chilena de uva de mesa que había escuchado en Estados Unidos y por las sugerencias de las exportadoras, plantó 10 hectáreas de nuevas variedades. Como en 2016 la demanda por ese tipo de parras era muy alta, tuvo que esperar hasta 2019 para terminar de plantar. De hecho, puso dos hectáreas de la antigua variedad red globe solo porque era lo que estaba disponible.La partida lenta no fue lo más complicado. La sequía comenzó a sentirse cada vez más fuerte en Aconcagua. A eso se agregó que la mano de obra se hizo más cara y los precios internacionales permanecían estancados. Con el comienzo del pago del royalty asociado a la plantación de las nuevas variedades, Pinto vio que su margen se reducía.Para la cosecha de 2021, tras un lustro de trabajo, por fin parecía que habría un momento de relajo: la combinación de mejores lluvias invernales y buen clima primaveral prometía una alta producción.Sin embargo, llegó el diluvio de fines de enero. Buena parte de las uvas del valle del Aconcagua y el resto de la zona central estaban en su punto más alto de azúcar y a pocos días de ser cosechadas. Lo que siguió fue una de las mayores caídas en la producción que se registre en la historia de la uva de mesa en Chile.De 85 millones de cajas proyectadas para cosecharse en la temporada 2020-2021, se perdieron 20 millones de cajas por efecto directo de las precipitaciones."Tuvimos una temporada muy dura. La mayoría de los productores de uva de mesa de Aconcagua son de pequeño o mediano tamaño", sostiene Juan Pablo Pinto.Aunque el desastre climático ocurrió hace casi ocho meses, recién se está dimensionando el impacto en el bolsillo para los fruticultores chilenos. A partir de agosto, las exportadoras comenzaron a entregar las liquidaciones a sus clientes."Muchos productores de uva de mesa salieron con resultados negativos. Veníamos con una muy buena situación en términos productivos y la lluvia nos mató"...

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