Uruguay es el primer país del mundo en legalizar la producción y venta de marihuana
Luego de 11 horas de debate, el Senado de Uruguay aprobó anoche por 16 votos a favor y 13 en contra la ley que regula y legaliza el uso de la marihuana, un proyecto impulsado por el gobierno con el fin de combatir el narcotráfico. El país se convirtió así en el primero del mundo en contar con un mercado reglamentado de cannabis desde el cultivo hasta la adquisición por parte del público en una red de farmacias.
Pese a que el 64% de los uruguayos rechaza el proyecto, el gobierno contaba en la Cámara Alta con la mayoría suficiente para convertirlo en ley.
Una vez promulgada la ley se abrirá un período de 120 días para reglamentarla, después del cual comenzará la producción y venta de la droga de forma controlada por el Estado, que creará un registro de consumidores y hará posible su distribución a través de farmacias y clubes de consumidores (ver recuadro).
La regulación de la producción de marihuana refuerza la agenda liberal del gobierno de Uruguay, que recientemente legalizó el aborto y también los matrimonios entre personas del mismo sexo.
La oposición teme que la idea del Presidente izquierdista José Mujica, que fue aprobada en julio por la Cámara de Diputados, abra la puerta al consumo de drogas mucho más duras como la cocaína y el crack. Asociaciones de farmacéuticos y profesores también están en contra.
"Es probable que siga existiendo el mercado negro de cannabis, porque no todos los consumidores estarán dispuestos a exponer su condición de adictos. Es probable también que aumente el consumo en el mercado negro, pues la marihuana será 'absuelta' por el Estado de su condición nociva para la salud en la medida que la regula y la provee", señaló a "El Mercurio" el diputado opositor Jaime Mario Trobo.
Trobo, quien fue ministro de Deporte y Juventud (2000-2002), añade que el proyecto "es una solución improvisada, aplaudida por algunas corrientes de interés y también por algunos líderes políticos extranjeros. Es a nuestro juicio una pésima respuesta al problema de las adicciones y del narcotráfico".
Ante las críticas, el Presidente Mujica asegura ser contrario al consumo de esa droga, pero considera fundamental arrebatarle el mercado del producto al narcotráfico y controlar así su uso problemático, especialmente entre los más jóvenes.
El Mandatario no ha dudado en calificar la iniciativa como un experimento y se ha manifestado dispuesto a dar marcha atrás si no funciona.
"Existe mucha duda y la duda es legítima, pero la duda no nos puede...
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