Estas urgencias no pueden esperar más, demandan protagonistas de problemas candentes
Ahí comenzó a encontrarse con los "nudos" que ponen a prueba la paciencia.
"Yo creo que Chile es un muy buen país para emprender desde el punto de vista estructural. Dicho esto, yo tengo dos sociedades; una la hice con el sistema de empresas en un día, y la otra, con notaría. La empresa en un día es una muy buena política pública, pero si tú vas a un banco, puede pasarte que el ejecutivo te pregunta dónde está firmada la escritura, y te dice que sin firma y sin timbre, no puede hacer nada contigo. Es decir, a esta política le falta la integración. Puede ser también que un proveedor te hace un cheque a nombre de la sociedad que tú creaste, y quieres ir a cambiar ese cheque. El ejecutivo de cuentas me dijo a mí que no estaba la firma, envió el cheque a la fiscalía, y el primer abogado no conocía el sistema, y el segundo tampoco. Cuando se crea políticas de este tipo, hay que integrarlas con las instituciones privadas, con las municipalidades, con Impuestos Internos".
Otro nudo mucho más complicado para los emprendedores es el que tiene que ver con el pago de las facturas por parte de las grandes empresas...
"Aquí hay un aprovechamiento del poder de las más grandes, en que las gerencias de compras, el incentivo que tienen, es negociar fechas de pago y montos. Lo que interesa a ese gerente es pagarle menos al emprendedor y al plazo más largo posible. Entonces hay que regular eso con políticas públicas. Tienen que haber reglas más rigurosas que favorezcan al emprendedor, cuyo gran problema es el flujo de caja".
La primera empresa de este joven emprendedor fue La Caja Roja, una consultora de innovación. Luego abrió Populus, dedicada al mismo rubro, más tecnología.
De esa experiencia, otra observación:
"Cerrar una empresa es más difícil que crearla. Se requiere publicaciones oficiales, notarías, abogados, que todas las partes estén de acuerdo, papelería, cosas que complejizan el nuevo desarrollo que te propones emprender".
Las licitaciones del Estado son otro nudo que desfavorece a los emprendedores, en el testimonio de Roberto Puentes.
"El Estado es la empresa más grande de Chile en cuanto a compras. Y desde mi punto de vista, el sistema deja afuera a los emprendedores. Si tú le quieres vender al Estado, hay una licitación pública, y la evaluación tiene que ver con la experiencia que tú tienes, con cosas muy formales, aun cuando el emprendedor pueda entregar un mejor servicio. Hay un proyecto para superar este problema, pero yo creo que no ha habido voluntad política para llevarlo adelante. Eso significa que si yo quiero venderle una consultoría al Estado es muy difícil que quede seleccionado, porque no tendré, por ejemplo, diez años de historia. Yo comprendo que a la hora de licitarse una carretera se requiera la experiencia, pero no para vender un catering paran un evento. Si el Estado, quiere promover el emprendimiento, que empiece por casa.".
"Tengo como empendedor un tema más filosófico, que tiene que ver con el fortalecimiento del bien común. Pienso sinceramente que los emprendedores están más orientados a generar un impacto país que a ganar plata. Hasta el que desarrolla una bebida, se interesa más que nada en que la bebida le guste a la gente; como consecuencia de eso, él va a ganar plata. A lo que voy, es a ponernos de acuerdo de que todos queremos construir un país mejor. La Asech ha jugado un rol en eso; también el programa 3xI, buscando restablecer confianzas. Pero falta más. Hay que identificar las políticas con las que todos ganamos".
"Si el Estado, quiere promover el emprendimiento, que empiece por casa".
Cuando "hay que dejar todo botado y arrancar, porque a tu marido lo asesinaron"La historia del asesinato del parcelero Héctor Gallardo Aillapán, de Ercilla, tuvo impacto nacional cuando ocurrió, en septiembre de 2012. También la historia de los autores del ataque, cuyas condenas fueron rebajadas al muy corto andar. Sobre todo la de Luis Marileo Cariqueo, quien, envuelto en otro episodio de violencia, perdió la vida.
El testimonio de Carmen Roa, la viuda de Gallardo Aillapán, lo recogemos desde un lugar no revelado, "por seguridad". Con sus cuatro hijos y "sin alas, porque me las cortaron cuando asesinaron a mi esposo", tuvo que dejar botado todo lo que la familia tenía en Ercilla y partir; igual su casa fue incendiada al cabo de unos pocos meses.
Es la cara más real de la violencia de La Araucanía. La de una mujer de 46 años, que ha tenido la fuerza para reinventarse, que se ha "empoderado" con el difícil trance que le ha tocado vivir. Hoy habla públicamente y también se organiza, ya que en su relato queda claro la importancia que tienen las asociaciones de víctimas en situaciones tan extremas. "La verdad es que he conocido gente maravillosa... Igualmente debo decir que soluciones para la violencia en nuestra zona, no se ven".
Al cabo de cinco años, sus conclusiones:
"Mi mayor desilusión es con la justicia chilena y con las organizaciones de Derechos Humanos. La justicia, porque realmente los jueces de La Araucanía no son capaces de cumplir una decisión que ya ha sido tomada. Revocan las...
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