El último asaltante de bancos - 20 de Octubre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 403221846

El último asaltante de bancos

¿A usted le gusta ese apodo? ¿El fantasma?

Un fantasma es una persona que hace un delito y desaparece. Hay un fantasma y me encantaría conocerlo.

¿No es usted "El fantasma"?

Soy orgulloso de representar a un fantasma, porque realmente nunca me han pillado.

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14 de septiembre de 2006, 13:43 horas. En poco más de 60 segundos dos individuos, con armas de fuego, se llevaron ocho millones de pesos del Bank Boston de Providencia con Lyon. Los delincuentes subieron al segundo piso, uno encañonó a una cajera, mientras el otro vigilaba desde las escaleras a los guardias, quienes ni siquiera se percataron del hecho. Se llevaron 10 millones de pesos. No hubo lesiones ni disparos. Ninguno pudo ser identificado.

27 de abril de 2007, 13:17 horas. Dos delincuentes, con lentes de sol y jockeys, se llevaron 5 millones 600 mil pesos del Banco Itaú ubicado en 11 de Septiembre, Providencia. El asalto duró menos de un minuto. Uno de los sujetos subió al segundo piso para exigirles a los cajeros los "billetes grandes". Escaparon en pleno tráfico, por avenida Providencia. No se pudo definir las características físicas de ninguno de los dos.Â

7 de febrero de 2008, 13:30 horas. Tres individuos ingresaron al Banco Edwards-Citi calle Orrego Luco para llevarse 31 millones. Gritaban: "Entreguen el dinero, sólo el más grande". Ni hubo lesiones ni disparos. No se pudo identificar a los sujetos.

5 de agosto de 2008, 10:27. Dos hombres, vistiendo sombreros, lentes ópticos, ropa formal, corbatas y bufandas ingresaron al Banco Edwards-Citi de Apoquindo 5470. Uno de ellos le quitó el arma al guardia. En menos de un minuto huyeron con 11 millones 690 mil pesos. Abordaron una camioneta Subaru. Carabineros intentó, sin éxito, una búsqueda con helicópteros.

2 de enero de 2009, 9:30 horas. "!Esto es un asalto, si cooperan todo estará tranquilo¡", gritó uno de los tres individuos que llegaron a la sucursal del Banco Edwards-Citi del edificio Forum. Salieron caminando por la calle.

Cinco asaltos y la fiscalía oriente aún no tenía nombres a los que asociar las caras de los videos. Las consultas en terreno del OS-9 tampoco arrojaban pistas: las bandas conocidas por asaltos a bancos estaban desarticuladas y en medio de la fiebre de robos de cajeros automáticos, esa seguidilla era una rareza. Lo rápido de las operaciones y lo difícil que era atrapar a la banda, les valió el apodo: "Los fantasmas".

 Es un delito en extinción, en cinco años probablemente ni ocurran por el aumento de transferencias electrónicas dice el mayor Luis Fres, del OS-9. En los 90, cuando el Frente hacía estos asaltos, se robaban los VHS de las cámaras de seguridad y problema solucionado. Hoy, las imágenes son nítidas, casi todas las sucursales tienen vidrios blindados. No eran delincuentes comunes: sabíamos que detrás de esto tenía que haber un cerebro.

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El 21 de enero de 2009 dos individuos entraron a las oficinas de Larraín Vial en San Sebastián 2878, le robaron el revólver al guardia y huyeron con dos millones y medio de pesos y 22.132 dólares.

Días después, dos sujetos aparecieron en las oficinas de Turismo Cocha preguntando cuánto era el máximo de dólares que se podía cambiar de una sola vez. Un empleado, sospechando, decidió anotar la patente del auto en que llegaron. Ejecutivos de ambas empresas, Cocha y LarrainVial, que tenían lazos en común, intercambiaron sus videos de seguridad: las caras coincidían.

La patente se envió a todas las unidades. Finalmente el 9 de febrero, a las 11:30 de la mañana, un Peugeot 106 fue detenido para un control en Miguel Claro con Providencia. Por primera vez tuvieron un nombre: José Mauricio Abello González iba a bordo junto con un compañero. Se les encontró en la guantera un arma con el número de serie borrado.

Ese día Abello hizo la que sería su única admisión de culpabilidad de su carrera, en una declaración extrajudicial:

 "Iba en mi automóvil con Orlando, de quien sólo sé su nombre, cuando me detuvo Carabineros. Llevaba un arma para defensa propia; se la quité a un narcotraficante. Nos contactó un empleado de LarraínVial. Él nos pasó todo el dinero. Yo le di la mitad y le pasé otros 1.500 dólares para que lo invirtiera ahí. El resto lo cambié en Turismo Cocha. En el fondo, ellos mismos se hicieron el asalto. Declaro sólo y exclusivamente por mi participación, por nadie más".

 Ambos fueron formalizados y quedaron en prisión preventiva. La jueza del 4° Juzgado de Garantía les levantó la medida cautelar a la espera del juicio.

El 25 noviembre de 2010, 12 días después de dejar la prisión, dos sujetos se llevaron dos millones de un BCI Nova, tras quitarle el arma al guardia. El 3 de diciembre, dos hombres asaltaron un CrediChile, en una operación similar. El 14 de ese mes un solitario asaltante, con boina y cejas postizas, se llevó casi cien millones del Banco Security de La Dehesa. En el forcejeo con el guardia se escapó un tiro. El barrio, la cantidad y el disparo captó la atención de la televisión, que repitió una y otra vez la imagen.

El 17 de diciembre, un individuo robó el Banco de Chile en Avenida 11 de Septiembre. Y el 3 de enero, la PDI, que investigaba otra causa, se contactó con el fiscal Marcelo Vargas:

Tenemos al de los cien palos identificado. Está en La Pintana.

Para sorpresa de la fiscalía, no era Abello, sino Orlando Paredes, su socio.

El fiscal Vargas lo interrogó. Paredes confesó y alcanzó a devolver 10 millones. Sobre el resto dijo: "No se meta con mi jubilación". Vargas le preguntó por Abello:

¿Y tu socio?

....

¿Dónde está? Hablar te puede ayudar en tu condena.

Yo muero solo.

El OS-9 ya estaba de cabeza buscando a Abello. Sabían que tenía una ex esposa y un hijo a los que no veía. Su madre también estaba viva, pero tampoco tenía contacto con ella. Su pareja actual vivía en Melipilla y se llamaba Ana Santis, "la guatona Ana", hermana de Sergio Santis, un peligroso delincuente que en 2008 había sido sindicado como autor intelectual de un túnel de 80 metros que se construyó para una fuga frustrada desde Colina 2.

Abello, sin socio, empezó a buscar nuevos compañeros, pero no le fue fácil: desconfiaba de todos, no se relacionaba bien con los más jóvenes y necesitaba, para entrar a los bancos sin levantar sospechas, sujetos de buena presencia. Cuando alguno de los postulantes que lo llamaba hablaba muy mal, en coa, simplemente le cortaba el teléfono.

Tamara tenía 20 años y un prontuario discreto una receptación y un hurto simple frustrado, pero estaba bien conectada: su padre era Sergio Santis. Ella misma, según consta en una grabación telefónica, lo llamó a la cárcel para darle la noticia:

Voy a trabajar con un fantasma, papi. Está cojo, medio botado.

¿Y qué van a hacer?

El arte de este gallo, po.

A las 9:40 del 2 de febrero de 2011, Abello y Tamara ingresaron al Banco Santander de la rotonda Lo Curro. Ella se quedó en la puerta; él se encargó de las cajeras. Se fueron con 5 millones 800 mil pesos y 11...

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