Trofeos de guerra - 27 de Junio de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 445440290

Trofeos de guerra

Angela Merkel removió las turbias aguas de un largo y penoso litigio entre Rusia y Alemania sobre la devolución de las obras de arte germanas llevadas por el Ejército Rojo a Moscú durante la II Guerra Mundial. Para la Canciller, la colección Eberswalde -preciado conjunto de piezas arqueológicas de oro de la Edad de Bronce que se está exhibiendo por primera vez- es parte de la herencia cultural alemana, y debe estar en un museo de su país. Para Vladimir Putin, no es importante dónde se exhiban, pero sí que la gente las pueda ver.

Cientos de miles de piezas alemanas fueron celosamente guardadas en bodegas de los museos rusos tras la guerra, y son esporádicamente mostradas al público, a voluntad de Rusia. Millones de objetos fueron saqueados tanto por alemanes en su incursión al este (y en todos los territorios que ocuparon) como por rusos durante la contraofensiva que terminó en Berlín en 1945. Para los rusos, esos "trofeos" eran una forma de cobrarse por la destrucción de su patrimonio cultural en la guerra (saqueo de 400 museos, destrucción de dos mil iglesias y de 43 mil bibliotecas), y también una reparación dictaminada por ellos por los veinte millones de muertos rusos en el conflicto. Hasta hoy sostienen este argumento. Alemania, por su parte, invoca el derecho internacional para pedir la devolución de otras piezas invaluables, entre ellas el tesoro del rey Príamo, de Troya.

La restitución o repatriación, según el caso, del patrimonio cultural y artístico es una polémica abierta y sin visos de pronta solución.

Los tratados de protección de patrimonio se remontan a las convenciones de La Haya de 1899 y 1907, que prohibieron por primera vez el "pillaje" y el "saqueo" durante un conflicto y disponían que deben protegerse "en la medida de lo posible" los edificios "destinados al culto y a las artes", lo que ningún beligerante respetó. Tras la II Guerra Mundial, en 1954, se firmó el primer acuerdo internacional sobre este tema, que obliga a las partes a proteger el patrimonio durante el conflicto. Obviamente, no tiene efecto retroactivo (como no lo tiene la Convención de Unesco de 1970, que obliga a tomar medidas contra la importación o exportación de obras robadas). Por tanto, entre Alemania y Rusia solo cabría el común acuerdo.

En 1990 se firmó un convenio...

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