Tribunal constitucional: una necesidad del sistema democrático
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TEMAS PÚBLICOS
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Nº 1502 - 1
2 de julio de 2021
ISSN 0717-1528
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:
UNA NECESIDAD DEL SISTEMA DEMOCRÁTICO
Probablemente, ninguna institución del actual régimen institucional se encuentra
más cuestionada que el Tribunal Constitucional (TC). Se le acusa de ser una “tercera
cámara”, cuya función sería la de “aumentar el poder de la derecha para lograr que
lo que ella perdía en las dos primeras cámaras lo ganara por secretaria en la tercera”1
o de constituir el último cerrojo autoritario para “neutralizar la agencia política del
pueblo”2. Esto, a pesar de que los partidos de centroizquierda han acudido al órgano
tanto o más veces que los de centroderecha. Consecuentemente, muchos
convencionales han propuesto su eliminación, o bien, una rest ricción dramática de
sus facultades.
Lo cierto es que la existencia de un Tribunal Constitucional no es una anomalía del
modelo chileno y sus facultades tampoco difieren radicalmente de las que poseen los
tribunales constitucionales de otros países3.
Esto no significa que nuestro TC no adolezca de importantes problemas de diseño y
que, por otro lado, algunas de las críticas que se le dirigen carezcan de todo sustento.
1 Atria, Salgado y Wideman (2020), “El proceso constituyente en 138 preguntas y respues tas”, LOM.
2 Atria, F. (2020) “Sobre el Tribunal Constitucional en la doctrina tradicional (I): El conceptualismo
constitucional”, en Derecho y Crítica Social.
3Ver Delaveu, R, (2000) “Control de Constitucionalidad: análisis empírico desde el derecho comparado”,
Cuadernos del Tribunal Constitucional, N°67, año 2020.
• Prácticamente todas las democracias del mundo cuentan con alguna forma de control de
constitucionalidad, siendo la existencia de un Tribunal Constitucional el mecanismo más
difundido. Ello es necesario para resguardar las reglas de la democracia, los derechos de
las personas y el respeto a las minorías.
• Sin embargo, nuestro Tribunal Constitucional (TC) adolece de algunos problemas que
demandan efectuar adecuaciones a su diseño institucional. Por una parte, el control
preventivo puede ser racionalizado para distanciar al TC del debate legislativo. Por otra
parte, es importante ajustar las acciones de inaplicabilidad e inconstitucionalidad para
evitar roces con los tribunales de justicia. Por último, la integración del Tribunal
Constitucional requiere elevar los estándares de nombramiento de sus miembros.
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