'Tenemos todos los elementos para transformarnos en una zona tan terrible como la frontera de México'
Raúl Arancibia, fiscal regional de Tarapacá , aparece en su oficina, y responde preguntas, preocupado, cansado, desilusionado. Lo ha hecho mil veces: relatar crímenes a la prensa que lo siguen sorprendiendo a él y a su equipo, nuevas formas de asesinar, nuevas formas de ingresar armas, droga, secuestros y extorsiones que en sus 20 años como fiscal en la región jamás había debido enfrentar. "Y la situación no cambia", dice, antes de reflexionar sobre la realidad límite que enfrenta junto a su equipo.Arancibia se acomoda y relata: si bien los delitos como el robo en lugar habitado, el robo por sorpresa y los robos económicos han disminuido, los homicidios relacionados con el crimen organizado aumentaron un 189% en relación al año anterior, más de la mitad de ellos perpetrados con armas de fuego. No fue la única alza: el tráfico de migrantes aumentó un 501%, el porte de arma cortante un 124%, y el tráfico de drogas aumentó un 42%. En este último ítem una droga llama la atención de Arancibia: solo el año pasado se incautaron 309,92 kilos de ketamina, un anestésico de uso veterinario con potencial alucinógeno, el principal ingrediente para la producción de tusi, y este año, a la fecha, ya llevan 119,72 kilos. El año 2020, explica, las incautaciones fueron ínfimas y solo se cursaron 5 causas por el ingreso de esa droga.Raúl Arancibia suspira y rebobina: cuenta que nació en Iquique, que es hijo de un abogado y juez local, y que por lo mismo creció escuchando historias de criminales y delitos comunes perpetrados en una ciudad de entonces 50 mil habitantes, sin pestillos ni seguros en las puertas. Recuerda la ciudad del auge pesquero, de las mineras, del puerto y de la Zona Franca, que propició la relación con migrantes chinos, pakistaníes, indios, árabes, además del tránsito y comercio habitual con vecinos de países fronterizos. Esta misma condición, explica Arancibia, ha hecho que delitos como el tráfico de droga, o también de vehículos, han estado en el foco histórico de policías y persecutores.-Eso siempre estuvo presente -cuenta el fiscal regional-, por nuestra cercanía con países que son importantes productores de droga a nivel mundial. Pero siempre creímos que éramos una vía de tránsito. Hoy día hay otras personas, otras bandas que han entrado en este comercio que está fundamentalmente dominado por extranjeros. Tenemos colombianos, bolivianos, peruanos, venezolanos, mexicanos.Arancibia quiere ser cuidadoso en eso: cifras cotejadas por organismos como el Centro de Estudios Públicos (CEP), han demostrado que la cantidad de extranjeros imputados y condenados por delitos a nivel nacional ni siquiera alcanzan el 3% del total. Es muy poco y el fiscal regional lo sabe, por eso explica que habla de su región, donde cifras entregadas en su última cuenta pública evidencian que el 78% de los imputados por droga en Tarapacá son extranjeros, y que el 30% de responsables y víctimas de homicidios también son de otra nacionalidad. Esto también, dice, ha significado en que la tipología de los crímenes haya cambiado con el paso de los años.-Nadie estaba preparado para esta inmigración masiva que estamos viviendo y que trajo cambios sustanciales en la...
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