Sumergidos en el bosque del Parque Tagua Tagua - 7 de Marzo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 861925153

Sumergidos en el bosque del Parque Tagua Tagua

P or un horizonte de nubes densas y oscuras, vimos cómo la barcaza que había que tomar a las siete de la mañana se había ido. El ferry que cada mañana atraviesa de punta a punta el lago Tagua Tagua -ubicado en la zona cordillerana de Puelo, a 90 kilómetros de Puerto Montt en la Región de Los Lagos-, se veía cada vez más chiquito a medida que avanzaba por el inmenso azul del lago. Una escena penosa que marcaba anticipadamente el fin de la ansiada caminata que nos había hecho recorrer cerca de 1.100 kilómetros en auto desde Santiago para pasar nuestras vacaciones.-Madrugamos para nada- dijo entonces mi amigo Óscar, geógrafo, quien minutos antes nos había conducido por un camino de ripio desde Puelo hasta Punta Canelo, donde se encuentra el pequeño embarcadero para cruzar el lago Tagua Tagua y luego proseguir hacia la frontera con Argentina.Pero vamos por parte.Llegamos a Puelo varios días antes no solo porque queríamos conocer de una vez por todas esta zonas de ríos transparentes y enormes paredes de granito en sus valles interiores, sino para hacer el trekking del Parque Tagua Tagua. De este sitio siempre nos había llamado la atención lo complicado de su acceso: hasta allí solo se puede llegar por agua y, para ingresar, se debe tomar una lancha desde Puerto Maldonado, en el extremo oriental del lago Tagua Tagua, que es el sitio al que llega la barcaza desde Punta Canelo. Sí, justo la que ahora habíamos perdido.-Voy a preguntar si hay algo que podamos hacer- dijo de pronto Óscar mientras los demás nos bajábamos del auto para fumar unos puchos y asumir nuestro fracaso.Frente a nosotros, el amanecer se desplegaba como un escenario de colores anaranjados, rosados y azules. Allí, los cerros cubiertos de árboles frondosos se iluminaban a medida que salía el sol y, al centro, aparecía poco a poco el color turquesa del lago. Mientras sacábamos fotos con los celulares, Óscar llegó con buenas noticias: la única persona que se veía en el embarcadero de Punta Canelo a las 07:15 de la mañana era el señor que atendía el único quiosquito del lugar, y nos había conseguido una lancha.Así fue como don Carmelo, el caballero del quiosco, se convirtió en nuestro "Superman" de Puelo, y cómo la ruta de trekking que tanto habíamos planeado, volvió a convertirse en una posibilidad.En el embarcadero de Punta Canelo no había más ruido que el del agua y algunos pájaros, cuando a las 7:30 de la mañana se acercó hacia nosotros un hombre joven y medio dormido, conduciendo...

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