El sueño de proteger el último bosque del valle de Ñuble
S i esta historia fuera una película de ciencia ficción, Altos de Ninhue sería una anomalía en la Matrix. Un sitio que no debiera estar aquí, pero que sí está, y que aparece de pronto, casi como un espejismo, en medio de un paisaje que resulta tan dramático como futurista.En rigor, Altos de Ninhue son tres cerros muy verdes -el mayor tiene 780 metros de altura- que, pese a su evidente belleza, nos recuerdan la tragedia del mundo en que vivimos. Ubicado a 45 kilómetros de Chillán hacia la costa, justo frente a la histórica hacienda donde nació Arturo Prat -hoy convertida en museo-, en este lugar sobrevive uno de los últimos trozos de bosque nativo caducifolio esclerófilo de la Región del Ñuble, y uno de los pocos que quedan en la cordillera de la Costa de la zona central.Prácticamente todo lo que hay alrededor de Altos de Ninhue son plantaciones forestales de pinos. Pinos, pinos y más pinos. Un inmenso manto verde claro que se pierde en el horizonte, lleno de árboles puntiagudos de igual forma y tamaño que muy pronto serán transformados en pedazos de madera que harán crecer el PIB del país, para alegría de unos pocos."Esto es como una isla. La expresión más original del bosque nativo que existe en el valle central de Ñuble".Mientras camina bajo la sombra de unos peumos gigantescos y recolecta ramitas y hierbas que encuentra a lo largo de un húmedo sendero con aroma a tierra de hojas, Guillermo Moreno Crisóstomo -médico veterinario chillanejo, 67 años, exjefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Salud en Ñuble, exdirector provincial de Codeff, naturalista y probablemente la persona que mejor conoce la flora y fauna de esta región- explica por qué Altos de Ninhue es, como decíamos antes, una anomalía en la Matrix."Altos de Ninhue es comparable con lo que sucede en la cordillera de Nahuelbuta, que también está rodeada por plantaciones de pinos y eucaliptus, y terrenos cultivables", dice cuando nos acercamos por la carretera desde Chillán y estos cerros llaman la atención de inmediato por su verdor. "Aquí hay unas 500 hectáreas de bosque nativo típico del secano interior, donde se mantiene la vegetación original, con robles de más de 200 años, arrayanes con troncos de hasta 35 o 40 centímetros de diámetro, y muchas otras especies. Es el mayor patrimonio natural de todo el valle central de Ñuble".A lo largo de los últimos 17 años, Guillermo Moreno ha recorrido, explorado y documentado en forma sistemática la zona de Altos de Ninhue como ninguna otra persona lo ha hecho. Hoy, parte de ese trabajo puede verse en el sitio web NubleNaturaleza.cl (proyecto que en 2019 se convirtió también en fundación), y en el libro que acaba de lanzar con el aporte de un Fondo Nacional del Libro: Fauna, flora y fungi de Los Altos de Ninhue . Una guía de campo que incluye 150 de las especies más características de esta zona -desde hongos, plantas y árboles, hasta insectos...
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