Sergio Zapata el diseñador del teatro chileno
La voz de Sergio Zapata suena suave y con tono nostálgico.
El diseñador teatral y escenográfo está en el comedor de su departamento en el centro de Santiago. Lo rodean libros, grabados, bocetos y colecciones de candelabros y fruteras de cristal. Es un ambiente recargado, pero agradable.
En sus manos tiene un texto anillado de 50 páginas. Ahí se resumen sus seis décadas de trayectoria como uno de los diseñadores más importantes del teatro chileno. Con este volumen, editado por la Asociación Nacional de Diseñadores Escénicos, lo postularon al Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de 2015. Sergio Zapata no ganó: el premio quedó en manos del actor Héctor Noguera. Era la quinta vez, dice, que lo postulaban.
-Lo han ganado actores y directores, nunca diseñadores o escenógrafos -explica, como excusándose.
El libro, que ahora reposa en su regazo, repasa toda su carrera. Comienza con una breve biografía: que nació en 1934, que se crió en Quinta Normal y que fue al colegio Juan Bosco. Luego hay una recopilación de imágenes de su obra: fotografías de "Macbeth", la escenografía de "Marat Sade" y los bocetos de los personajes de "Esperando la carroza". También están los premios que ha ganado en su carrera: el Laurel de Oro a Mejor Escenografía en 1962 por la obra "Un enemigo del pueblo", el nombramiento como curador de la muestra chilena en la 11ª Cuadrienal de Praga en 2007 o el Premio Municipal de Artes Escénicas que recibió en 2014. También hay cartas de apoyo de artistas nacionales de las más diversas épocas: Fernando González, Liliana Ross, Ana Reeves, Gloria Münchmeyer, Jorge Marchant y Tamara Acosta.
En el libro se mencionan las más de cien producciones en las que ha participado en teatro, ballet, televisión y cine. Zapata se ha realizado en las tres grandes ramas del diseño teatral: iluminación, vestuario y escenografía.
Pero el libro es más que una recopilación de datos, fechas y premios. Ahí está la historia de alguien apasionado por su profesión. Un hombre dedicado a un oficio intrínsecamente visible, pero que, irónicamente, es invisible para muchos.
El comienzo
Sergio Zapata Brunet tiene 81 años, la piel surcada por arrugas, el pelo cano y manos finas. Vive solo. Aunque desde hace un par de años está jubilado, se niega a dejar su actividad. El año pasado tuvo a su cargo el vestuario de "Esperando la carroza", obra que se presentó en el Teatro Nacional Chileno, dirigida por Raúl Osorio y protagonizada por Mónica Carrasco, Berta Lasala, Diana Sanz, Mario Bustos, Jacqueline Boudon y Felipe Ríos.
Por ahora, que se está recuperando de una operación del ojo, no tiene planes para el futuro. Pero es optimista y no duda de que en poco tiempo estará trabajando.
-Seguramente algo llegará.
Zapata es el menor de cuatro hermanos que pertenecían a una "familia bien obrera". El arte lo acompaña desde que tiene memoria. Siempre dibujó, aunque en su casa nadie lo hacía. Apenas salió del colegio supo que quería dedicarse a algo relacionado al diseño.
-¿Cómo llegó al diseño teatral?
-De chico yo hacía maquetas, de obras musicales...
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