La semana política - 7 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 572977562

La semana política

La definición de la Presidenta

La Presidenta Bachelet ha adoptado una definición política al afirmar que nunca instruyó, ni fue informada, ni autorizó mecanismo alguno para el financiamiento de lo que se ha dado en llamar la precampaña presidencial. Tratándose de la más alta investidura del Estado y no existiendo pruebas en contrario, no cabe controvertir la veracidad de sus dichos. Más allá de su valor testimonial, estos también fijan la línea del Gobierno para enfrentar la controversia por las sucesivas revelaciones sobre mecanismos irregulares de recaudación de dineros y pagos a quienes realizaron el trabajo político previo al retorno a Chile de la Mandataria, en marzo de 2013.

Estas palabras han dejado en una compleja situación a su ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, identificado como la cabeza de aquel trabajo, y así se entiende la tensión que se instaló esta semana entre el PPD (el partido del ex secretario de Estado) y el Gobierno. El presidente de la colectividad no ha contradicho la afirmación de la Jefa de Estado, pero sí ha introducido matices, al enfatizar el carácter "colectivo" que habrían tenido las acciones de Peñailillo. En contraste, el Partido Socialista ha marcado distancia absoluta respecto de esas tareas, diferenciándolas de la labor de precampaña que desarrolló el PS, financiada con sus propios recursos. Pero aparte de una cuestión de estrategias frente a un asunto que incomoda al oficialismo, subyacen en esta controversia antiguas heridas producto del modo en que se gestó y llevó a cabo la postulación presidencial de Michelle Bachelet. Con el capital de una popularidad entonces incontrarrestable y tratándose de la única carta viable de que disponía la actual coalición oficialista, Bachelet y su entorno pudieron imponer de modo absoluto los términos de su retorno, relegando a las dirigencias de los partidos a un lugar secundario. Hoy, cuando acciones efectuadas en ese período son cuestionadas, no todos los que antes fueron desplazados parecen dispuestos a asumir costos por conductas de las que no se sienten responsables. E incluso en el caso del PPD, las cambiantes reacciones de su directiva -que luego de marcar distancia respecto de Peñailillo asumió su defensa política-, más que a reivindicar el modo en que se desarrollaron los hechos, apuntan a atenuar el daño político que implica el cuestionamiento a una de sus figuras destacadas.

Cuestión aparte es la situación en que quedan quienes en ese período...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR