Sampaoli no es feliz - 5 de Mayo de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 368766470

Sampaoli no es feliz

¿Dónde estaba Sampaoli 36 años antes? Su cuerpo estaba atendiendo en horario de oficina el banco de la Provincia de Casilda, pequeño pueblo cerca de Rosario. ¿Dónde estaba su cuerpo 20 años antes? Trabajando en el registro civil, aprendiendo el verdadero significado del fracaso: dedicarse a una cosa, cuando de verdad se quiere otra.

¿Dónde estuvo la mente de Jorge Sampaoli todo ese tiempo? Es fácil adivinar.

- Desde que tengo uso de razón vivo por el fútbol -dice en el hotel-. Fui muy fanático de River Plate. Siendo un chico tomaba un bus para ir a Buenos Aires, más de 400 kilómetros, que en ese tiempo podían demorar doce horas. Otras veces agarrábamos el tren sin pagar, porque no teníamos plata y nos bajaban en la mitad. O seguíamos a dedo. Nos tomábamos muy en serio el asunto, con una adhesión desmedida para escuchar la radio y enterarse de cualquier novedad del equipo: una lesión del lateral izquierdo era algo importante para nosotros.

Sampaoli era el menor de tres hermanos del matrimonio entre Rodalgo Sampaoli, un policía descendiente de italianos, y Odila Moya, una dueña de casa de origen español y desde que recuerda había querido ser futbolista.

-Era mi objetivo de vida. Dejaba de lado las salidas, vivía de chico como un futbolista profesional.

-¿Fue la lesión de tibia y peroné, a los 16, la que le cortó el camino en las inferiores de Newells?

-Fue una lesión fuerte, pero la verdad es que yo ya estaba bastante relegado en el club. Año a año venían jugadores y les hacían contrato y a mí no. La decisión ya estaba sellada. Me recuperé y me dieron el pase, de hecho.

-¿Es duro asimilar un fracaso tan joven?

- Fue muy fuerte. Paré un tiempo y volví a ser futbolista, pero de tercera y cuarta categoría. Después me di cuenta de que yo era un caso terminado.

Sampaoli egresó del colegio. Y vino el banco. Y el registro civil.

-Me sentía incómodo todo el tiempo. Tenía la certeza de que estaba en el lugar equivocado, que no era lo que quería hacer, pero sabía también que tenía que subsistir y ayudar a mi familia, que pasaba algunos inconvenientes. Al tiempo empecé a dirigir en equipos juveniles.

- ¿Era difícil tener una posibilidad de llegar a un equipo profesional siendo un desconocido de pueblo y sin haber sido jugador?

-No era difícil, era imposible. Menos del uno por ciento.

-¿Por qué insistió, entonces?

-No lo sé, es una rebeldía que traigo desde siempre. No me gustan las estructuras, lo que está determinado. Trato de rebelarme contra todo. Me gusta lo que parezca directamente imposible, hacer que haya una posibilidad. Era algo natural y diría que con el tiempo sólo lo he profundizado.

-¿Un rebelde hijo de policía?

-Él sufría mucho por mí en la época de la dictadura. Me costaba estar en la casa. Me detuvieron varias veces por hacer reuniones. Tuve la suerte de que él trabajara para la policía, si no hubiese sido un desaparecido más. Mi papá fue avisado de que podía haber problemas... Generábamos grupos para combatir la represión, que estaba muy jodida: molestaban por el pelo largo, pedían los documentos en cada esquina... En ese tiempo el rock argentino, Charly, Spinetta, Los Abuelos, estaban censurados y nosotros íbamos igual a los sótanos, llegaba la policía y había que arrancar. Fue una época dura, pero linda, imborrable.

-Ahí nació sus ideario político.

-Claro, la admiración por el Che Guevara, la gente que quiere hacer cambios. Pero me fui decepcionando con el paso del tiempo: se supone que las ideologías son para poder estar todos mejor. Y uno se va dando cuenta que las distancias son cada vez mayores, que cada vez sufren los mismos. Me desencanté. Yo viví en una época en que la tendencia era de izquierda, pero en el fondo yo era un reaccionario. Si la dictadura hubiese sido de izquierda, quizás yo hubiese sido lo contrario.

-Bielsa, en una conferencia, dijo que apoyaba la estatización de YPF. ¿Qué hubiese dicho usted?

-Que estoy orgulloso de mi Presidenta. Es un paso que el país necesitaba. No sé cuáles serán los métodos ideales para hacerlo, porque no los conozco, pero me parece que todo lo que se vendió y no es tuyo, hay que recuperarlo. Admiro mucho a Cristina, me parece convincente.

-En Chile criticaron a Bielsa por meterse en política. ¿Cree que es bueno mezclarla con el deporte?

- Ambas cosas pueden convivir. Lo que no me gusta es que se utilice el deporte mediáticamente, como se hace con el tema de las barras. No todos los barristas son delincuentes; los que cometen delitos son los delincuentes. Que se suspenda un banderazo, porque dicen que va a generar violencia, cuando...

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