Cómo salir de Afganistán sin crear un conflicto más amplio - 12 de Junio de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 282788719

Cómo salir de Afganistán sin crear un conflicto más amplio

El rol de Estados Unidos en Afganistán está llegando a su fin de un modo comparable al patrón de otras tres guerras no concluyentes desde la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial: un amplio consenso para entrar en ellas y una desilusión creciente a medida que la guerra se prolonga tediosamente, convirtiéndose en una intensa búsqueda nacional de una estrategia de salida, poniendo el énfasis en la salida más que en la estrategia.

Entramos en Afganistán con el propósito de castigar a los talibanes por dar refugio a Al Qaeda, que, bajo el liderazgo de Osama bin Laden, había llevado a cabo los ataques del 11-S.

Después de una rápida victoria, las fuerzas estadounidenses permanecieron en el lugar para colaborar en la construcción de un Estado post talibán. Pero su creación tropezó con la ironía de que los afganos se convirtieron en los principales opositores a las fuerzas de ocupación. Y cuando se retiran las fuerzas extranjeras, la política afgana vuelve a una contienda por territorio y población entre los diversos grupos, esencialmente tribales.

En nuestro debate nacional, se sostuvo que la culpa por el esfuerzo inconcluso (en Afganistán) la tenía la desviación de recursos a Irak, más que su inherente imposibilidad.

El nuevo gobierno de Obama asoció el retiro de Irak con un aumento de tropas y material para Afganistán; un esfuerzo que yo apoyé en esencia aunque no en cada detalle. Ahora hemos llegado a su límite.

El factor talibán

Es un hecho que la meta de crear un gobierno y una estructura de seguridad nacional a los cuales traspasar la responsabilidad de la defensa de Afganistán es inalcanzable para 2014, la fecha que la mayoría de las naciones de la OTAN estableció como el límite del esfuerzo común. Las encuestas muestran que más del 70 por ciento de los estadounidenses cree que Estados Unidos debería retirarse de Afganistán.

La búsqueda de una alternativa ha adoptado la forma de negociaciones bajo el patrocinio alemán entre representantes del mulá Omar, jefe de los talibanes, y personeros estadounidenses. La mayoría de los observadores considera esto como el inicio de un retiro inexorable.

La muerte de Bin Laden, aunque no es relevante en términos operacionales en la actual lucha, sí es una línea divisoria simbólica. Con todo, el desafío sigue siendo cómo concluir nuestro esfuerzo sin sentar las bases para un conflicto más extenso.

Para que las negociaciones se conviertan en una estrategia de salida viable, se deben cumplir cuatro...

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