Rodrigo Ubilla: 'Cualquier sistema de presión que se basa en la violencia puede tener resultados efectivos en el corto plazo, pero siempre será destructivo para la propia causa y para la sociedad como un todo
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ENTREVISTA A
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Los gravísimos hechos de violencia
que se han sucedido a lo largo de este
año, y cuyo peak coincidió con la huel-
ga de hambre del comunero senten-
ciado por el crimen del matrimonio
Luchsinger-Mackay, Celestino Córdo-
va, no ha dejado indiferente a nadie.
Y menos a Rodrigo Ubilla, quien fuera
Subsecretario del Interior y un cono-
cedor a fondo del conflicto.
En 2017, al 31 de julio, se registra-
ron un total de 183 hechos violen-
tos en la zona. Este año, a igual
fecha, se contaron 618 ¿a qué atri-
buye este importante aumento de
la violencia en La Araucanía?
Si uno compara los últimos años,
este 2020 tiene una explosión signifi-
cativa en términos de violencia en la
Macrozona sur, región de La Arauca-
nía, Arauco, Los Ríos y la provincia de
Osorno. Yo diría que hay dos lecturas
que son complementarias y respon-
den a motivaciones de corto y largo
plazo. La primera es coyuntura y tiene
que ver con la huelga de hambre de
Celestino Córdova. Declara su huelga
de hambre, al poco tiempo es trasla-
dado al hospital y en ese momento se
produce una explosión de violencia.
Al analizar qué tipos de hechos son,
llama la atención que en su mayo-
ría están asociados a cortes de ruta,
quema de camiones, actos de sabo-
taje, etc., disminuyendo significativa-
mente la toma de predios agrícolas y
forestales, cosa que era hasta antes
de esta arremetida los más frecuente
de la violencia en la zona. A este tema
coyuntural hay que agregarle uno que
es estructural desde la década de los
90, que es la decisión de la Coordina-
dora Arauco Malleco (CAM) de gene-
rar un cuadro de desestabilización,
con actos de violencia planificados.
¿Cuáles son los componentes de la
violencia rural en la Macrozona
sur?
Primero hay que tener un diagnósti-
co fundado en la propia información
que entrega la CAM, a través de textos
y redes sociales. La CAM parte en la
década de los 90, como una reacción
a la Ley Indígena y como una manifes-
tación violenta en el marco del regreso
a la democracia. Un grupo de mapu-
ches se articulan entre la provincia de
Arauco y Malleco, lo cual va tomando
cuerpo y hay episodios emblemáti-
cos como la quema de camiones en
Lumaco el año 1997, la muerte de
Matías Catrileo el 2008 y una serie de
entrevista a | director del área política y sociedad civil de lyd
rodrigo ubilla:
“Cualquier sistema de presión
que se basa en la violencia
puede tener resultados
efectivos en el corto plazo,
pero siempre será destructi-
vo para la propia causa y para
la sociedad como un todo”
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