Risas y lágrimas - 31 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 908186155

Risas y lágrimas

Siempre es extraño ver a un comediante llorar. Es una emoción que no cabe en la descripción general de su trabajo, pero es innegable que algo se remueve cuando el que nos hace reír se quiebra. No estoy hablando de las lágrimas de cocodrilo que ciertos cómicos nacionales han soltado mientras sostienen su gaviota en la Quinta Vergara -digamos que eso forma parte del show - o de esos humoristas que buscando el Oscar protagonizan películas "serias", sino de aquellos instantes en pantalla donde la clara barrera que separa la risa del llanto se disuelve y reordena lo real; como si de pronto fuera evidente que tras la cortina de las risas el melodrama se encuentra ahí, siempre agazapado, listo para saltar sobre el público. Chaplin ya lo tenía claro, a principios de los años veinte: algo explota en su vagabundo cuando, en el tramo final de "El pibe" (1921), llegan a quitarle al niño. Ya no queda espacio para las bromas, sus ojos reflejan pura desesperación. Jerry Lewis atraviesa por algo parecido en "El circo de tres pistas" (1954) al sentarse en el borde del escenario, al lado de una niña discapacitada. Incapaz de sacarle una carcajada, el hombre empieza a llorar y la niña, a reírse de este payaso triste. Todavía recuerdo la extrañeza que sentí al mirar esa escena, muy chico. ¿Qué me estaba queriendo decir mi actor favorito? ¿Cuál era el sentido?Esa misma sensación de sorpresa volvió hace un par de semanas mientras veía "Escape de Syosset" (2016), el episodio de "Comedians in Cars Getting Coffee" en que Jerry Seinfeld saca a pasear al director Judd Apatow. Como siempre en el programa, la discusión gira en torno al humor y sus variantes, qué nos resulta divertido y qué no mientras los sujetos en pantalla pasan de dar vueltas en auto a darle vueltas a la vida en la cafetería de rigor, pero en un momento ambos recuerdan a Garry Shandling, un colega y amigo que acaba de morir. Apatow, para quien Garry además fue un mentor, comenta que "había algo en él que reflejaba perfecto el eterno combate de la condición humana. Luchó tanto para ser feliz, para encontrar paz, para combatir a su ego...", y entonces el rostro de Seinfeld se nubla. "Me estás poniendo triste", responde mientras se lleva la mano a la cara para secarse un par de lágrimas, luego la apoya sobre la mesa y toma un poco de aire, antes de llevar el diálogo a otra parte. En ese punto puse...

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