Las reveladoras obras que llegan a Maastricht - 1 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 555037290

Las reveladoras obras que llegan a Maastricht

Las principales casas de arte y antigüedades del mundo que participan en ella -poco más de 200, estrictamente seleccionadas- destinan al menos 12 meses -y muchas veces años- a las investigaciones y pesquisas de piezas muy especiales. Saben que a Maastricht acuden los grandes coleccionistas del mundo, los directores de los principales museos que buscan llenar vacíos en sus colecciones o adquirir una pieza primordial, y también los dealers e inversionistas de los países que protagonizan el mercado del arte, como Estados Unidos, China, Inglaterra, Rusia y varios del mundo árabe.

Además, esta feria cuenta con comités de especialistas a cargo de la autentificación y el análisis riguroso de cada objeto. Se los conoce como los más exigentes del mundo. El entorno de Maastricht es también particular: enclavado en una ciudad con un pasado romano y medieval, cada galería o casa de arte realiza en Tefaf espectaculares puestas en escena que compiten entre sí por su estética y refinamiento, con cientos de flores (por lo general tulipanes), iluminaciones especiales, vitrinas y suelos o alfombras acorde a la época y tipo de creaciones que exhiben.

Y cada año hay sorpresas. No solo del mundo clásico y del medievo sino que también de las épocas moderna y contemporánea. Una parte del misterio se guarda hasta el final, porque ese mismo temido comité de expertos -llamado el "Vettig"- puede refutar la exacta atribución de autor o fechas de una pieza y dejarla fuera de esta feria-museo. Pero, a casi un mes de su inauguración, el 13 de marzo, hay varias que difícilmente resultan dudosas.

Ícono ruso clave: san Lucas escritor y más

Una de las obras invaluables -que los organizadores de Tefaf ya destacan como uno de los puntos más altos- es un ícono ruso sobre San Lucas, que se relaciona con el ícono de San Mateo, de casi el mismo tamaño, que se encuentra en el Museo de Moscú, explica el director de Morsink Ikonen, Simon Morsink.

El experto descubrió que ambas pinturas fueron hechas para la "Puerta Real" de Moscú, a mediados del siglo XVI, la cual fue desarmada en el siglo XIX. En este ícono se enfatiza el rol de San Lucas como escritor. Y es representado siguiendo el modo que se usaba desde los tiempos del Imperio Romano y Bizantino: sentado a un costado con sus pies sobre un piso y con la tinta a mano.

La pintura se caracteriza por los colores brillantes y un estilo lacónico en la figura del santo. Ese estilo de expresión primitiva fue muy admirado después por...

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