La retirada de Dunkerque: cuando Hitler pudo destruir al ejército británico - 23 de Julio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 688662353

La retirada de Dunkerque: cuando Hitler pudo destruir al ejército británico

La operación se pospuso, no una ni dos, sino que veintinueve veces. Y ni así los aliados franco-ingleses atacaron. "Los vencedores de 1918 no habían realizado ninguna modificación fundamental en sus ejércitos. Francia tenía el ejército más numeroso y mejor financiado de Europa, pero su filosofía militar era autoritaria, trasnochada y complaciente", se explica en la película.

A las 5:35 de la mañana del 10 de mayo de 1940, el mismo día en que Winston Churchill asumió como primer ministro de Gran Bretaña, tres millones de invasores alemanes se pusieron en marcha. Los aliados pensaban que, como en 1918, el ataque sería a través del norte de Bélgica. El ejército galo y la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF, por sus siglas en inglés) se concentraron ahí. Los alemanes parecían darles la razón cuando treinta divisiones atacaron simultáneamente Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Los aliados avanzaron.

El señuelo había funcionado. "Podría llorar de alegría", dijo Hitler.

El verdadero ataque ocurría en otro lado: sobre las Ardenas, una zona más al sur, compartida por Bélgica, Luxemburgo y Francia, que los aliados creían inexpugnable debido a sus boscosas colinas. Los pánzer la atravesaron como si fuera humo.

"En once días las cuñas de tanques alemanes que cruzaron el río Mosa, sin esperar refuerzos ni consolidar la cabeza de puente, avanzaban trescientos kilómetros a toda velocidad y llegaban al Canal de la Mancha rodeando completamente a sus enemigos. Francia había sido derrotada", cuenta el historiador Enrique Brahm, profesor de la Universidad de los Andes. "El 14 de junio ocupaban París y el 25 se firmaba el armisticio".

El relámpago alemán había pegado. A los aliados solo les quedaba retroceder y salvarse.

Un milagro

La retirada era lenta. Las comunicaciones estaban cortadas. Los alemanes seguían su avance. Los aliados retrocedieron hacia Dunkerque, una ciudad portuaria en el norte de Francia: quedaron acorralados entre el agua y la Wehrmacht.

El 23 de mayo, el general Alan Brooke, comandante de la BEF, escribió en su diario que solo un milagro podría salvarlos.

Al otro día, las tropas alemanas estaban a quince kilómetros de Dunkerque. "Solo quedaban un par de horas para que se concretara la conquista de la ciudad", cuenta Brahm. Pero, para sorpresa de los ingleses y franceses, los pánzer alemanes se detuvieron. ¿Por qué? "Ello fue el resultado del permanente conflicto entre los 'tradicionalistas' y los 'progresistas' en el generalato alemán"...

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