Una república para todos los sintientes: libertad social sin libre albedrío - Núm. 2-2021, Diciembre 2021 - Revista Chilena de Derecho animal - Libros y Revistas - VLEX 897428867

Una república para todos los sintientes: libertad social sin libre albedrío

AutorEze Paez
CargoInvestigador posdoctoral en la Universitat Pompeu Fabra miembro del comité científico del upf-centre for animal ethics
Páginas9-31
REVISTA C HILENA
DEL DERECHO ANIMAL NÚM. 2 • PÁGS. 09-31 • DICIEMBRE 2021
9
INTRODUCCIÓN
Billones de animales no humanos viven bajo control humano directo. La mayoría son
animales de granja o animales de laboratorio, a los que se les inige daños severos en la
búsqueda de riqueza o salud1. Unos pocos afortunados son mantenidos como compañeros
domésticos, o son refugiados en santuarios de animales, teniendo vidas más fáciles
gracias al afecto y la buena voluntad de sus cuidadores. Con independencia de cómo
de afortunada o desafortunada sea su situación, todos estos individuos viven bajo los
términos que les imponen sus amos humanos. En general, viven bajo los términos dictados
por las instituciones de la comunidad política que constituyen sus amos humanos. Ya
sea como individuos privados o constituidos en un gobierno, estos amos apenas están
obligados por la ley o las costumbres sociales a considerar los intereses de los animales
cuando imponen sus términos. Por su parte, los animales carecen del poder para resistir
con éxito dicha imposición.
Muchos más animales –trillones de ellos— viven en la naturaleza2. Con frecuencia los
humanos intervienen en los ecosistemas de maneras que menoscaban los intereses de
los animales salvajes. A veces los humanos optan por abstenerse de estas intervenciones
dañinas movidos por compasión hacia los animales o respeto por la naturaleza. Pero
incluso en estos casos, lo cierto es que podrían intervenir si así lo deseasen. Incluso
los animales salvajes viven bajo los términos que los humanos les quieran imponer. Los
animales no humanos, tanto los domesticados como los salvajes, están a nuestra merced.
Esta condición de estar bajo el dominio de otro –en efecto, de servidumbre– es lo que
la losofía política del republicanismo identica como el principal mal que debemos
prevenir en el ámbito social o político. El republicanismo tiene sus orígenes en una
tradición intelectual que se remonta a la Roma clásica la cual contraponía la situación
del
servus,
el esclavo subyugado a su amo, o
dominus,
con la del
lib e r,
el hombre libre
(solo los hombres podían serlo entonces) cuya independencia de la voluntad de otro era
salvaguardada mediante la concesión de un estatus político constituido por un sistema de
normas sociales y jurídicas3. En los escritos de los autores republicanos esta sujeción a una
1 FAO (2018); Mood y Brooke (2012); y Taylor y alvarez (2019).
2 ToMasik (2009).
3 El republicanismo recibió renovada atención gracias a historiadores de las ideas como Pocock (1975) y skin-
UNA REPÚBLICA PARA TODOS LOS SINTIENTES:
LIBERTAD SOCIAL SIN LIBRE ALBEDRÍO1
EZE PAEZ
INVESTIGADOR POSDOCTORAL EN LA UNIVERSITAT POMPEU FABRA
MIEMBRO DEL COMITÉ CIENTÍFICO DEL UPF-CENTRE FOR ANIMAL ETHICS
I
10
EZE PAEZ
UNA REPÚBLICA PARA TODOS LOS SINTIENTES: LIBERTAD SOCIAL SIN LIBRE ALBEDRÍO
voluntad ajena es a menudo denominada “dominación”. La libertad política consistiría ni
más ni menos que en poseer un estatus protegido contra la dominación privada sobre un
elenco de decisiones vitales fundamentales, y en participar del control al gobierno para
prevenir la dominación pública. Ser una persona libre, pues, equivale a ser un ciudadano
en una comunidad política de iguales4.
Una concepción de libertad que equipare la ilibertad5 con la dominación o servidumbre
debería, creo, resultar atractiva para los defensores de los animales. Sin embargo, los
autores que han llevado a cabo el denominado “giro político” en ética animal han discutido
qué les debemos colectivamente a los animales no humanos o bien defendiendo o bien
asumiendo, principalmente, el liberalismo político6. Creo que esto es desafortunado.
El lenguaje en el que el republicanismo articula nuestras preocupaciones políticas es
persuasivo y de una elegancia atractiva. Nos proporciona un marco conceptual simple,
pero poderoso, con el que explicar e impugnar lo que percibimos como injusticias
sociales y políticas, incluidas las injusticias que los animales sufren. O al menos ésa es mi
convicción.
Para defender dicha convicción, sin embargo, es necesario mostrar cómo una concepción
republicana de la libertad y la justicia puede ser extendida para abarcar a los animales no
humanos. Ésta es una empresa demasiado ambiciosa para un solo artículo. Por tanto,
mis objetivos en este trabajo son mucho más humildes. Por un lado, únicamente me
centraré en la obra de PhilliP Pet tit, dado que la suya es la versión del republicanismo
más ampliamente extendida. Aunque en sus escritos se centra deliberadamente en
el caso paradigmático de los adultos humanos típicos, ha reconocido que “[s]urgen
cuestiones especiales de justicia y legitimidad […] en lo que se reere al trato hacia los
demás animales”7. Confío en que es posible abordar dichas cuestiones de una forma que
honre los compromisos centrales del republicanismo de Pettit y también que, una vez los
problemas losócos más importantes han sido resueltos, las conclusiones resultantes
podrán ser fácilmente acomodadas a otras posiciones republicanas8. Por otro lado, en
este trabajo me contentaré con abordar solo uno de esos problemas losócos y aportar
una descripción breve del resto.
¿Cuál es la dicultad? Tal y como Pettit lo entiende, el republicanismo es una solución al
problema de qué es lo que los “agentes conversables” se deben unos a otros en tanto
que socios iguales en la interacción social9. Estos agentes se caracterizan por poseer
la capacidad de revelar sus intereses, tal y como ellos los ven, y de discurrir con ellos
mismos y entre ellos usando el lenguaje normativo de las razones. Cuando reconocemos
como iguales a otros agentes conversables, y somos a su vez también reconocidos como
ner (1998, 2002). Ello incentivó el desarrollo de concepciones republicanas de libertad, justicia y democracia
para las sociedades contemporáneas. Véase PeTTiT (1996, 1997, 2012, 2014); Laborde and Maynor (2008); loveTT
(2010); Maynor (2003); y VIROLI ( 2002).
4 Cf.
PeTTiT (1997, pp. 80–109; 2012, pp. 75–129).
5 Nota de Edición: el término “ilibertad” se utiliza como traducción de la expresión en inglés “unfreedom”.
6 Por ejemplo, nussBauM (2006); donaldson y kyMlicka (2011); Garner 2013; y cochrane (2012, 2018). En relación con
el giro político, véase MilliGan (2015); y Garner y o’sullivan (2016). Algunas excepciones a esta corriente son
Giroux (2016); allen y von essen (2016); von essen y allen (2016); y Giroux y saucier-Bouffard (2020). Inc luso Giroux,
sin embargo, deja sin abordar los que, para mí, son los cuatro difíciles puntos teóricos que identico más
abajo.
7 PeTTiT (2012, p.75). Traducción propia.
8 O, al menos, a otras posiciones que pertenecen a la escuela del republicanismo cívico. Nada en mi argumento
que pretenda ser aplicable, por ejemplo, a la tradición rousseauniana. Agradezco a eva Meijer haberme anima-
do a claricar este punto.
9 Véase
PeTTiT (1997, pp. 171–205; 2001, 2012, pp. 239–292; 2015a, pp. 73–106).

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