La renovación del Parque Huerquehue
N o queríamos descansar. A casi dos horas del comienzo del trekking por el Sendero de los Lagos, en el Parque Nacional Huerquehue, prácticamente no habíamos parado de ascender por un camino angosto de tierra. Siempre esquivando las gruesas raíces del bosque de coigüe y los cientos de escalones que tiene esta ruta ubicada a 14 kilómetros de Caburgua hacia la cordillera.Con el rostro empapado del calor de diciembre, era motivante mirar los avances al llegar al primer mirador de la ruta. Hacia abajo, el lago Tinquilco, magnífico y azul, rodeado de montes y árboles inmensos. Mientras que de fondo, escuchábamos la melodía de una caída de agua. Era la banda sonora perfecta para un trekking primaveral y el sueño de un posible chapuzón al final del camino.Superados los mil metros de altura, el esfuerzo de la subida abruptamente comenzó a dar frutos. Aparecían las araucarias dispersas por el panorama verde de tepas y ñirres, mientras el camino comenzaba a emparejarse. El ruido de algunos chucaos y hued hueds acompañaba nuestro paso, cuando encontramos el primer puente. Frente a nuestros ojos, el agua cristalina bajando por un curso angosto, perdido entre los árboles del bosque. Todavía quedaba un kilómetro y medio para llegar.37 grados marcaba la aplicación para el clima el día que llegamos a La Araucanía. A las cinco de la tarde recorrimos 22 kilómetros por la ruta S-905 desde Pucón, para aterrizar frente al disminuido lago Caburgua. Estábamos 126 kilómetros al este de Temuco, en plena Araucanía lacustre, dispuestos a comenzar un recorrido por las actividades que acaban de estrenar en la zona. Iniciativas nuevas de naturaleza, patrimonio local y actividades outdoor , que se levantan para crear todo un destino en torno al Parque Nacional Huerquehue. Quedaba comprobarlo.Durante el atardecer desembarcamos justo frente a la playa negra de Caburgua. Allí se disponía una mesa larga. Había jugos, bebidas y bowls con diversos ingredientes: era el comienzo de la actividad que un grupo de alumnos del diplomado de experiencias turísticas de la Universidad de La Frontera, sede Pucón, preparó para dar vida al recorrido. Así comenzaba nuestro viaje.El chef peruano Giuliano Milla se ubicaba con su gorro blanco frente al mesón. "Vamos a comer ceviche de salmón con nalcas, que es un producto de la zona", decía. Luego, integraba los ingredientes y un aroma a cilantro, limón y pescado fresco inundaba el ambiente. Así son sus experiencias de cocina en la naturaleza.Mientras, los colores del atardecer empezaban a teñir el cielo de naranjo y morado. Caía la noche y con ella, la hora de partir.Con el lago...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba