Cuando la relación se vuelve tóxica
E n pleno siglo XXI, hay aspectos del romance que han cambiado:-Lo dicen así: la nueva prueba de amor, que antes era tener relaciones sexuales, hoy es entregar la contraseña (del teléfono, perfiles, redes sociales). Tiene que ver con cómo nos han enseñado desde chicas, cosas erradas como si no tiene celos, no te quiere; quien te quiere, te aporrea. Seguimos perpetuando los estereotipos de género, el machismo.Lo describe Andrea Orellana, encargada de la Región Metropolitana del Programa de Prevención en Violencia contra las Mujeres del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg). En los últimos años, casos como los de Gabriela Alcaíno, Alison Calderón y Tania Aguila, todas menores de 18 años asesinadas por sus pololos, han impulsado la iniciativa -actualmente en trámite en el Congreso- de ampliar la tipificación de femicidio. También a encender la alerta e intervenir para frenar la escalada de violencia que a menudo pasa inadvertida por la concepción que se tiene de las relaciones de pareja. De ahí que, considerando que de acuerdo a convenciones internacionales, es la adolescencia la etapa en la que hay que intervenir, este año el Sernameg reorientó este programa (que se realiza desde 2015) para trabajar con jóvenes de entre 14 y 29 años, en 183 comunas de todo el país, buscando concientizar y desnaturalizar la violencia.En talleres y charlas en colegios y otras organizaciones en que participan jóvenes (grupos scout , iglesias), los monitores han detectado que para los jóvenes hay situaciones que no son percibidas como violentas, e incluso se consideran como expresión de amor -por ejemplo, los celos-. Es así como la agresión hoy tiene un campo fértil en las redes sociales, donde los adolescentes muestran todo lo que hacen, y es usual que sus parejas busquen ejercer control sobre ellas, desde vigilar los posteos hasta los seguidores y a quién marcan con "me gusta".-Hay una invisibilización y normalización de la violencia en la juventud. No se dan cuenta muchas veces, porque hemos sido criados bajo esta forma de amar -afirma Andrea Orellana.Para la académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano Tamara Vidaurrazaga, cuando se aborda este tema, generalmente se limitan a asociarlo con factores como el alcoholismo, drogas o conflictos familiares; en lugar de considerar aspectos estructurales, que son más difíciles de cambiar:-No tiene que ver con solo un detonante específico, sino que es la cultura que entiende que la violencia es parte del amor.Esta periodista, magíster de género y cultura en América Latina y doctora en Estudios Latinoamericanos, encabezó un equipo de investigadoras que elaboró el estudio "Amores Tempranos. Violencia en los pololeos en adolescentes y jóvenes en Chile" para la Fundación Instituto de la Mujer (y financiado por la Unión Europea). En él consignaron que la mitad de los jóvenes han conocido de cerca algún caso de...
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