Regreso a Selma - 14 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 561028890

Regreso a Selma

"Yo no soy Steavie", indicó después de que yo lo observara por un momento, y finalmente me acerqué con lo que él quizá suponía que serían preguntas incómodas. Agentes de seguridad como también otros funcionarios que no eran del lugar habían estado recorriendo el área antes de la llegada del Presidente Obama el fin de semana para realizar el cruce conmemorativo del puente. Pero el jardinero probablemente decidió que yo era demasiado viejo para causar algún problema (aunque yo me considero un joven de 83); por lo tanto, se relajó y mientras se apoyaba en la pala y extendía una mano sin guante, dijo: "Soy hermano de Steavie".

El hombre me explicó que él y algunos amigos ayudaban a Steavie en una iniciativa patrocinada por el municipio para hermosear el área céntrica de Selma. "Solo teníamos ocho días para hacer el trabajo", dijo, y reconoció que delinear las veredas con flores y arbustos en una ciudad que cuenta con recursos limitados y muchas tiendas vacías era demasiado para la empresa de paisajismo de Steavie.

Durante mi caminata de cuatro cuadras a lo largo de Broad Street desde la municipalidad hasta la pendiente del puente, conté 15 locales desocupados.

El hermano de Steavie tenía 59 años y era oriundo de Selma. Usaba una gorra azul de béisbol que decía "Obama" sobre la visera y bajo su chaqueta de franela llevaba un polerón gris, jeans y botas de cuero café. Mientras él hablaba, exhibía una sonrisa amplia que parecía extender su delgado bigote.

"Mi nombre es Ricky Brown", dijo finalmente, como si estuviera listo para hablar con franqueza. "Cuando sucedió el Bloody Sunday, yo tenía 9 años. Mi madre estaba demasiado atemorizada para dejarme participar en la marcha, aunque a mi hermana mayor, de 15 años, la dejaron ir. Cuando los policías del estado y las fuerzas del alguacil Jim Clark empezaron a golpear a todo el mundo que estaba en las cercanías del puente, yo no escuché el ruido porque nosotros vivíamos más lejos, en los proyectos Carver al otro lado de la Brown Chapel, donde el Dr. King había predicado y había iniciado la marcha.

"Pero más tarde, escuché a mi hermana que llegó corriendo a casa, gritando porque había sido alcanzada por los gases lacrimógenos, y luego todo el grupo de Clark irrumpió en nuestro sector y apaleó y derribó a puñetazos a todos los que se le cruzaran.

"Yo estaba mirando desde el segundo piso de la casa, y apunté un arma de aire comprimido a los caballos del grupo. Creo que disparé nueve tiros y les di a varios caballos en las ancas. Yo estaba parado entre dos amigos míos en la ventana mientras disparaba, y luego uno de los hombres de Clark me vio y le gritó a otro: 'Oye, esos niños negros le están disparando a mi caballo con un arma de aire comprimido'. '¿Cuál?', preguntó el otro tipo. 'No sé. Esos negros se ven todos iguales'".

A partir de ahí, empezó un largo trayecto que llevó a Brown a Detroit, donde encontró un trabajo en una planta de Chevrolet hasta que la administración decidió que los robots podrían hacer mejor su labor. Ahora está de vuelta en Selma. "Espero que las plantas que...

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