Reforma Previsional 2022
| Autor | Ricardo Garrido C. |
| Cargo | Abogado |
| Páginas | 13-277 |
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REFORMA PREVISIONAL 2022
REFORMA PREVISIONAL 2022
MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA CON EL QUE INICIA UN
PROYECTO DE LEY QUE CREA UN NUEVO SISTEMA MIXTO DE PENSIONES
Y UN SEGURO SOCIAL EN EL PILAR CONTRIBUTIVO, MEJORA LA PENSIÓN
GARANTIZADA UNIVERSAL Y ESTABLECE BENEFICIOS Y MODIFICACIONES
REGULATORIAS QUE INDICA.
Santiago, 07 de noviembre de 2022.
MENSAJE Nº 180-370/
A S.E. LA PRESIDENTE DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADAS Y DIPUTADOS
Honorable Cámara de Diputadas y Diputados:
Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que crea un
nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora
la Pensión Garantizada Universal y establece benecios y modicaciones regulatorias
que indica.
I. ANTECEDENTES
Nuestro país tiene una deuda impostergable en materia de seguridad social. Las
personas mayores no pueden seguir esperando contar con un sistema de pensiones
que garantice el reconocimiento al aporte y esfuerzo entregado durante años a nuestra
sociedad.
Los diagnósticos ya están. El actual sistema de pensiones está en crisis, y eso nadie lo
pone en duda. Las pensiones de hoy no alcanzan para que nuestros padres, madres,
abuelos, abuelas, sostengan una vida digna en su vejez. En nuestro país, el esfuerzo
individual no es reconocido, y lo que sembraron millones de personas tras años de
esfuerzo y dedicación suele traducirse en pobreza, abandono e indignidad.
Esta realidad no puede seguir. Como sociedad y como Estado nos asiste la obligación
política y ética de enfrentar esta profunda herida social. Un país sin un sistema de
seguridad social capaz de otorgar dignidad a todos sus habitantes no es un país
próspero, no es un país justo.
En ese contexto, este proyecto se propone como objetivo principal mejorar
sustantivamente las pensiones de todas las personas. De 2 millones de compatriotas
que actualmente reciben su pensión, y también las de cada una de las personas que
se pensionarán el día de mañana.
Para cumplir este objetivo, sometemos a deliberación la creación de un sistema
previsional mixto, basado en los principios de la seguridad social en el que contribuyen
el Estado, las y los empleadores y los trabajadores y trabajadoras. De esta manera
queremos dejar atrás un sistema extremo, que no ha sido capaz de cumplir con las
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expectativas que se pusieron en él y que tiene reconocidas deciencias. Y queremos
hacerlo por medio de la creación de un sistema que sea robusto y, a la vez, sostenible
en el tiempo.
Como ejecutivo tenemos claro que la injusta realidad que afecta a millones de
personas, y que continuará si no hacemos nada al respecto, no va a cambiar hasta
que seamos capaces de ponernos de acuerdo para entregar las soluciones que todo
Chile exige y merece. La ciudadanía no perdonará un nuevo fracaso de la política
para hacer frente a este desafío urgente. Tenemos el imperativo de poner a Chile
por delante.
Estamos seguros que para cambiar esta injusta realidad ya no queda tiempo. De
avanzar, esta reforma cambiará para bien la vida de las personas en todos los rincones
de nuestro país. Es lo justo, es lo que debemos hacer.
Necesitamos construir entre todos y todas, un país en que los últimos años de la vida no
sean una condena y que, por el contrario, abran a las personas nuevas oportunidades
y desafíos. Un país que cambie la angustia y la inseguridad de las personas mayores
por tranquilidad, satisfacciones, alegría y creatividad.
Somos conscientes de que las reformas de pensiones son complejas, política, social
y técnicamente, y es por ello que esta fue antecedida por un proceso de diálogo
social denominado “Diálogos por Pensiones Dignas. Hacia un Sistema de Seguridad
Social”. Adicionalmente, esta propuesta recoge los aprendizajes de más de una
década de debate público previsional, incluyendo los aportes que han efectuado
distintos actores sociales, políticos y técnicos, mediante diversas propuestas de
política pública; proyectos de ley presentados al H. Congreso Nacional tanto por la
Presidenta Michelle Bachelet en 2017, como por el Presidente Sebastián Piñera en
2019; importantes movilizaciones sociales e informes de comisiones de expertos y
expertas. Entre estas últimos, destaca la experiencia del Consejo Asesor Presidencial
para la Reforma Previsional de 2006, y la Comisión Asesora Presidencial sobre el
Sistema de Pensiones de 2014, en las que se incluyeron diversas instancias de
participación social, generando múltiples propuestas para mejorar nuestro sistema
de pensiones.
El proyecto de ley que someto a vuestra consideración invita a dar una respuesta a las
deciencias que hoy presenta nuestro sistema y a encontrar los consensos necesarios
para otorgarle legitimidad a un nuevo sistema que se traduzca en una mejor calidad
de vida para las y los pensionados actuales y futuros.
1. Diagnóstico y desafíos del sistema en términos de suciencia, equidad y legitimidad
Nuestro actual sistema de pensiones, que fue instaurado hace más de 40 años durante
la dictadura cívico militar, bajo una lógica eminentemente individual, regulado por el
Decreto Ley N° 3.500, de 1980, ha dejado en evidencia sus limitaciones estructurales
para otorgar pensiones dignas. Cifras de la Superintendencia de Pensiones, muestran
que la mediana de las pensiones autonanciadas (PAFE), para las personas jubiladas
entre 2007 y 2021, alcanzó a $64.216. Además, los resultados del sistema muestran
que existe una enorme brecha entre las pensiones de hombres y mujeres, que este
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no es capaz de minimizar. En el caso de las mujeres el valor de la pensión mediana es
de $30.685 pesos, mientras que para los hombres la mediana fue de $137.310 pesos.
La introducción del pilar solidario durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle
Bachelet en 2008, cuyo objetivo ha sido aliviar el riesgo de pobreza en la vejez,
representó un cambio sustantivo al funcionamiento del sistema que, junto con la
reciente creación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) que se aprobó en 2022
durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, ha permitido otorgar condiciones
mínimas de bienestar aumentando el nivel de las pensiones que otorga y su cobertura,
con cargo al erario scal.
A pesar del enorme esfuerzo scal que ha compensado en parte las debilidades
propias de las pensiones nanciadas en base al ahorro individual del actual sistema
de capitalización individual, la suciencia de las pensiones sigue siendo inadecuada.
A partir de los resultados entregados por la Superintendencia de Pensiones en 2022,
se observa que un 23% de las pensionadas y pensionados tiene una pensión inferior
a la actual línea de pobreza, y un 72% tiene una pensión inferior al salario mínimo.
Asimismo, aun después de considerar el efecto de la PGU sobre las pensiones
totales, la brecha entre la mediana de la pensión total de hombres y mujeres alcanza
un 53%, lo que demuestra que incluso incorporando un pilar no contributivo que ha
beneciado relativamente más a las mujeres que a los hombres, el sistema sigue
generando brechas de género signicativas.
Respecto de los diversos factores que determinan la insuciencia e inequidad de las
pensiones en nuestro país, en primer lugar, es posible observar que la estructura
individual del actual sistema reproduce las desigualdades del mercado del trabajo y
la informalidad, lo cual afecta los niveles de ingresos sobre los cuales se cotiza y la
densidad de las cotizaciones, aspectos determinantes del monto de la pensión nal.
En segundo lugar, existen factores demográcos como el aumento en la esperanza
de vida en las últimas décadas en nuestro país, toda vez que los ahorros acumulados
deben distribuirse durante una etapa pasiva de mayor duración que la observada al
momento de instaurarse el sistema de capitalización individual. En efecto, al evaluar
la esperanza de vida utilizada en el sistema previsional, se observa un aumento
sustantivo dado el cambio demográco que ha vivido nuestro país. Si bien en el año
1981 la esperanza de vida era de 13 años para hombres de 65 años y 21 años para
mujeres de 60 años, a partir de estimaciones realizadas por la Superintendencia
de Pensiones y la Comisión para el Mercado Financiero con la colaboración de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para el periodo
2023 – 2029 alcanzarían los 22 y 31 años respectivamente para hombres y mujeres.
En relación a las consecuencias asociadas a la mayor expectativa de vida, que
corresponde al riesgo macroeconómico de longevidad, la estructura del actual sistema
es incapaz de redistribuirlo entre generaciones, por lo que, cualquier alternativa para
dar respuesta a este signica una mayor presión a nivel individual, lo que signica
incluso un mayor costo para las personas próximas a pensionarse.
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