Las razones tras el llamado de atención de la Presidenta a su equipo - 9 de Noviembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 542978726

Las razones tras el llamado de atención de la Presidenta a su equipo

Así, el martes, tras escuchar el mensaje de la DC y liderar un consejo de gabinete donde llamó a sus ministros a "trabajar más", la Mandataria copó la agenda.

Firmó proyectos como el de la Ley Antiterrorista o el plan de estabilización de los combustibles; anunció millonarios planes de inversión en transportes, y hasta asistió al matinal de TVN.

Ese mismo jueves se puso el delantal blanco y se dirigió a Lo Prado, donde anunció un plan de especialistas en Salud, usando la vestimenta que ella misma ha reconocido como una buena forma de acercarse a la ciudadanía.

Factor que a esas alturas aparecía como necesario: en la última encuesta Adimark, por primera vez su desaprobación (47%) superaba su nivel de aprobación (45%). En La Moneda reconocen que la cifra causó inquietud. Y también aseguran que no hubo tiempo para lamentarse.

Es que en paralelo, junto con salir a la calle, la Presidenta debía afinar la poca sintonía y coordinación que se había generado en las últimas semanas entre el equipo político y los partidos de la Nueva Mayoría. Escenario que se evidenció en la votación del proyecto de reforma educacional en la Cámara y la crisis entre la DC y el PC a raíz de las declaraciones del embajador Eduardo Contreras (PC).

"Tarjeta amarilla"

El lugar elegido fue el consejo de gabinete del martes. La realización de este se definió apenas volvió de Europa, a fines de la semana pasada, cuando arreciaban las tensiones en el oficialismo. Y allí donde rondaba el fantasma del "cartillazo" de 2006 (ver recuadro), la Mandataria cuestionó el desempeño de algunas carteras sectoriales, el rol que se ha jugado en la conducción política, e impartió instrucciones específicas para todos los secretarios de Estado.

Su "llamado de atención" incluyó a los partidos, a los que convocó a "trabajar unidos y evitar las discusiones".

Tanto desde La Moneda como de las colectividades oficialistas, el discurso fue visto como una advertencia, una suerte de "tarjeta amarilla" antes de concretar su primer ajuste ministerial. Por eso, la mayoría de los cálculos en la coalición de Gobierno indican que este no se concretaría sino hasta enero o incluso marzo de 2015. Porque si bien en algún momento de este año ella había barajado concretar cambios en octubre (de hecho, en septiembre fueron advertidos algunos secretarios de Estado sectoriales con mala evaluación), finalmente desechó la idea.

Esta vez, para que no quedaran dudas del sentido de su intervención, Bachelet fue clara en...

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