Proyecto de ley que establece normas contra la resistencia a los antimicrobianos. - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914507307

Proyecto de ley que establece normas contra la resistencia a los antimicrobianos.

Fecha04 Junio 2019
Número de Iniciativa12674-06
Fecha de registro04 Junio 2019
EtapaPrimer trámite constitucional (Senado) Segundo informe de comisión de Hacienda
Autor de la iniciativaChahuán Chahuán, Francisco, Girardi Lavín, Guido, Goic Boroevic, Carolina, Quinteros Lara, Rabindranath
MateriaRESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenSenado,Moción

Boletín Nº 12.674-06


Proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables Senadores señor Girardi, señora Goic, y señores Chahuán y Quinteros que establece normas contra la resistencia a los antimicrobianos.



CONSIDERANDOS


La resistencia antimicrobiana (RAM) consistente en la evolución que experimentan las bacterias, virus, hongos o parásitos, desarrollando mecanismos que les permiten sobrevivir a la acción de los distintos tipos de antimicrobianos existentes, haciéndose resistentes o incluso inmunes a esta clase de medicamentos. Si bien la RAM es una propiedad intrínseca de estos organismos, y particularmente de las bacterias, ésta se desarrolla muy lentamente en forma natural, no obstante, puede ser precipitada y exacerbada por factores externos.


Este fenómeno representa un desafío de magnitudes para la medicina moderna, ya que la causa principal de su aceleración es precisamente el uso abusivo de medicinas en humanos y animales. Situación que se ha dado en todo el mundo, generando un riesgo clínico a nivel individual y poblacional, epidemiológico y microbiológico insospechado si no se controla a tiempo. Por lo que hoy constituye una verdadera emergencia global.


Los microorganismos resistentes a los antimicrobianos se pueden desarrollar y propagar, entre los animales criados para la producción de alimentos y entre los seres humanos, ya sea por exposición directa o a través del medio ambiente y la cadena alimentaria, siendo esta última, probablemente, la principal vía de propagación.1 No hay fronteras geográficas ni ecológicas que detengan la expansión de los microorganismos y sus genes resistentes a los antimicrobianos. Adicionalmente la globalización facilita su propagación a través del movimiento de animales, personas, alimentos, agua y todo tipo de sustratos2.


La demostrada progresiva aparición de bacterias resistentes a los antibióticos es particularmente alarmante. Las también llamadas "superbacterias" o bacterias multirresistentes, han dejado de responder a los tratamientos antibióticos habituales, requiriendo antibióticos de última generación, de muy alto costo y no siempre con resultados favorables. Tanto así, que hoy en día existen bacterias patógenas pan resistentes (resistentes a todos los antibióticos disponibles, prácticamente intratables, como por ejemplo la causante de la gonorrea), que han encendido alarmas en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).


La problemática de la RAM tiene una serie de consecuencias sanitarias y económicas evidentes pero muy difíciles de cuantificar dado que sus efectos abarcan una gama muy amplia de sectores. Primero, la RAM produce una mayor mortalidad humana y animal, por ende, mayores costos sanitarios, ingresos hospitalarios largos, tratamientos caros, mayor gasto para prevención y para la información, comunicación y difusión del riesgo que generan aquellos microorganismos. En efecto, se estima que la RAM causa la muerte de más de 700.000 personas anualmente en todo el mundo. La predicción más completa hasta la fecha sostiene que 10 millones de personas morirán anualmente consecuencia de la RAM. En términos económicos, se proyecta que este problema conllevará pérdidas del 2 - 3,5% del producto interno bruto mundial, equivalente a 100 billones de USD hacia 20503.


Actualmente, existen enormes pérdidas de productividad por la exposición directa de los trabajadores de las industrias agropecuarias; la afectación del medio ambiente por acumulación de residuos farmacológicos microbiológicamente activos y selección de numerosos microorganismos resistentes. El problema sanitario es aún más grave teniendo en cuenta las barreras para el descubrimiento y desarrollo de nuevas terapias para tratar la RAM, como la pérdida de recursos naturales, puesto que muchos de los antimicrobianos han entrado en contacto con el medio ambiente, hábitat de otros organismos como bacterias u hongos, que son muchas veces la fuente de nuevos antibióticos. Cabe destacar el escaso interés de la industria farmacéutica en desarrollar- a un enorme costo- productos de uso por corto tiempo (a diferencia de terapias crónicas) y con vida útil de comercialización limitada.


Por último, al incremento de la RAM se suma la dificultad para obtener nuevas terapias. Un antibiótico nuevo puede tardar entre 10 y 14 años en estar disponible, pero de no ser usado prudente y juiciosamente se verá invariablemente afectado por el desarrollo de resistencia a corto o mediano plazo y no sirven para combatir la RAM sin un cambio de comportamiento en los actores mencionados y asociados al problema, dado que el desarrollo de la resistencia es un mecanismo natural que siempre va unos pasos por delante. Por lo anterior, urge cambiar la forma en que se prescriben antibióticos y el uso que se les da.


Focos que favorecen la RAM


Se identifican como principales focos que favorecen a esta resistencia antimicrobiana el uso inadecuado de los antibióticos en la medicina, el uso sin fines terapéuticos en la producción agropecuaria y la piscicultura, así como el deficiente manejo







de la cadena de suministros del sector farmacéutico. En relación al uso medicinal inadecuado, se destacan como problemáticas la administración preventiva de antibióticos en enfermedades para las que no son necesarios o son inefectivos, o en dosis por debajo de las terapéuticas (subterapéuticas), o por periodos de tiempo inadecuados; la venta de antibióticos sin receta en farmacias convencionales y a través de internet, la ausencia de supervisión médica; la automedicación; y del uso de medicamentos de baja calidad. Del mismo modo, en los países sin directrices de tratamiento estándar, los antibióticos suelen ser sobre-prescritos por los trabajadores de la salud, veterinarios, y sobre utilizados o utilizados incorrectamente4 por el público. Por ello se estima que cerca del 50% de los antibióticos recetados en medicina humana no son necesarios.


En la industria alimentaria se realiza un uso indiscriminado de antimicrobianos. Los antibióticos para producción animal no sólo son utilizados para curar enfermedades infecciosas que puedan tener los animales en forma individual, sino que son utilizados masivamente en animales sin infecciones comprobadas, para acelerar e incrementar su crecimiento y consecuentemente su peso, dados los efectos que estos medicamentos tienen en el metabolismo de los animales. Esto complementado con algunos estudios que han observado los importantes efectos de los antibióticos en la conservación de los alimentos, han hecho de la utilización de antibióticos una acción muy pocas veces justificable por la medicina veterinaria.


A lo anterior se debe adicionar que la sobreutilización de los antimicrobianos ha permitido suplir con medicamentos la falta de salud y bienestar derivados de prácticas productivas intensivas que conllevan hacinamiento, deficiente alimentación y/o pobre manejo de los animales de producción, que de subsanarse llevaría a un crecimiento y salud del producto animal igual o mejor que con la utilización masiva de antibióticos que inducirán RAM y liberación al ambiente de antibióticos que seguirán ejerciendo esta acción en la microbiología ambiental (microbiota) y que muchas veces llegarán activos a la cadena alimenticia humana.


En la actualidad, dos terceras partes del aumento del uso de antimicrobianos corresponden al sector de la producción animal, y la tendencia es que aumente un 67%, especialmente en la producción de carnes blancas, principalmente cerdos y aves5. Se prevé que un tercio de la producción extensiva actual pase a ser intensiva, en cuyo caso el uso de antimicrobianos a dosis subterapéuticas se incrementará dado que su uso es inherente en producciones intensivas. Hay que tener en cuenta que en Chile alrededor del 70% de la




carne6 consumida es de pollo y cerdo, especies criadas de manera intensiva, por lo que se hace evidente la necesidad de transparentar el impacto en la inocuidad alimentaria y en la RAM, así como proceder a la transformación del sistema productivo, prescindiendo de la aplicación de antimicrobianos de uso profiláctico. La adopción de medidas en el sector productivo agropecuario es especialmente importante dado que actualmente los animales de consumo suponen el doble de la biomasa de los humanos7, y se estima que consumen el doble de antibióticos que las personas8.


Finalmente, gran parte de la responsabilidad sobre la RAM corresponde a la cadena de suministros del sector farmacéutico. Los residuos procedentes de los laboratorios farmacéuticos y del sector sanitario, tienen un gran impacto para el medio...

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