Privacidad e interés público - 12 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 582328026

Privacidad e interés público

Inusitado revuelo ha causado la revelación pública de correos electrónicos intercambiados por los cardenales Ezzati y Errázuriz en relación con el nombramiento del capellán de La Moneda y de la designación de una de las víctimas de Fernando Karadima -a la que los mismos correos reconocen esa calidad- en un consejo asesor del romano pontífice. No obstante, en ambos casos se trata de opiniones acerca de la idoneidad de los candidatos, emanadas precisamente de quien tiene la función y el deber de formarse y de manifestar tales opiniones. Tampoco parece particularmente llamativa la forma de expresarse, aun en privado, aunque probablemente el camino elegido para relacionarse con el gobierno de turno -los buenos oficios de un conocido lobista- no haya sido el más afortunado.

El revuelo se explica en parte porque la revelación tiene lugar en medio de un proceso en el cual algunas víctimas del sacerdote Karadima reclaman de la Iglesia Católica una indemnización por el posible encubrimiento de los delitos en cuestión por parte de la jerarquía de la época. Aunque los correos no parecen aportar algo sustantivo a esta controversia judicial, se han presentado de tal forma que alimentan la sensación de que las autoridades eclesiásticas operan ejerciendo influencias indebidas y de una forma poco transparente. Estas circunstancias parecen nublar la visión de muchos respecto de que la obtención de los correos implicó necesariamente la ejecución de un acto ilícito y probablemente delictivo. Por esa razón, una reacción más objetiva debería...

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