Las primeras pruebas de Ripamonti en la Ciudad Jardín
Apenas bastaba el toque de una gaviota de oro para que las palomas electorales se transformaran en casitas para perros y defender los parques naturales de la grúa de las inmobiliarias. Al final, la entonces candidata Macarena Ripamonti (30) vencía y llegaba al municipio de Viña del Mar entre festejos. Pero de inmediato advertía que la elección, a diferencia de ese mundo animado, no era un juego.Algo tuvo de profético. El triunfo con que terminaba el videojuego, que fue parte de su campaña, se hizo realidad. Y lo que vino después ha sido complejo: a poco de asumir como alcaldesa denunció haberse encontrado con presuntos delitos de "crimen organizado" y por estos días, la Ciudad Jardín vive un verano sin festival y con balazos en la playa, a plena luz del sol. De juego, nada.Para los viñamarinos, la nueva administración municipal frenteamplista ha tenido aciertos e incluso lejos de su sector político, a la militante de Revolución Democrática la definen como alguien preparada, estudiosa. Pero a seis meses de la llegada a la alcaldía, los ánimos comienzan a impacientarse. Y algunas dudas ya se multiplican.Hasta mojitos en la playa: el desborde ambulante¿Quiénes integrarían el jurado, cómo sería el show de Mon Laferte, aparecerían las consignas del estallido social en la Quinta Vergara? Esas eran algunas de las preguntas que rondaban Viña en el verano de 2020, el último que tendría festival hasta la fecha.No es que la ciudad fuera, en todo caso, una taza de leche. A días del evento, había preocupación por un baleo cerca del casino y el enfrentamiento de una turba con carabineros que fiscalizaban a los ambulantes. Pero así y todo, según los viñamarinos, nada -ni en ese verano ni en otro- se compara con lo que ocurrió el domingo pasado.Ese día, unos tres balazos interrumpieron la tarde en la playa El Sol, cerca del muelle Vergara. En medio de residentes y turistas, un hombre murió luego de lo que, según relataron testigos, comenzó como una riña entre personas que vendían alcohol.El incidente abrió un debate en dos líneas complejas: el comercio ambulante, a juicio de muchos viñamarinos "desbordado", y la seguridad. En una transmisión de casi tres cuartos de hora vía Instagram, la alcaldesa abordó el tema esta semana. "Nunca hemos prometido, en ninguna instancia y bajo ningún respecto, a cambio de ningún tipo de consideración y menos de un voto, algún permiso municipal para poder trabajar en el espacio público. Nuestro compromiso (...) es ayudar a la formalización, conforme a la capacidad de escalamiento, de ciertos emprendimientos de supervivencia", fue una de las cosas que recalcó.La...
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