Poética: dimensión de la fantasía. - Retórica. Un ensayo sobre tres dimensiones de la argumentación - Libros y Revistas - VLEX 275055751

Poética: dimensión de la fantasía.

AutorRodrigo Valenzuela Cori
Páginas103-135
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LA VERDAD DE LA FANTASÍA
El discurso técnico mueve a terceros gracias a su forma. El dis-
curso poético, gracias a su fondo. Justo al revés de lo que diría la
sabiduría popular.
Ya vimos cómo el discurso técnico mueve a terceros con el tono
objetivo, el tallado preciso e intencionado de los conceptos, los
cuentos que determinan cuáles son los datos duros a comprobar o
cuantificar y cuáles son irrelevantes para el caso, el dibujo de premisas
en torno a conclusiones preestablecidas, las ordenaciones del mundo
persuasivas por la estética de su simplicidad y coherencia. El técnico
que sólo se ocupa del fondo del asunto, a fondo se va. Porque la
fuerza del discurso técnico no es funcional, sino expresiva.
A la inversa, veremos que la fuerza del discurso poético es
sustantiva. El poeta que sólo se ocupa de las formas –“hablar
bonito”, como se dice– renuncia a su arma más poderosa, que
son los sueños, porque los sueños pueden carecer de cimientos,
pero no de contenido. El poeta es el hacedor, el creador de po-
sibilidades cuyo contenido queremos hacer real para responder a
los desafíos que enfrentamos.
No es que el técnico no sea creador de perspectivas de fondo.
Lo es –recordemos–, pero no lo admite: disimula su creatividad
para simular descubrimiento. Eso determina dónde radica la
fuerza del discurso técnico o, mejor dicho, aquella que se mues-
tra. El poeta, en cambio, no reniega de la fantasía. Así, entonces,
el discurso técnico no busca comprometer a su auditorio con
contenidos que éste carece de oficio para juzgar. Sólo apunta a
ellos. Pero sí busca comprometerlo con los métodos, protocolos,
procedimientos, comprobaciones, vale decir, con las formas para
3. POÉTICA: DIMENSIÓN DE LA FANTASÍA
RETÓRIC A
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develar lo que es. Respecto de los contenidos, el tono del técnico
es frío, a veces hasta resignado, porque lo que es, es, se lo quiera
o no. El poeta, en cambio, busca abiertamente compromiso con
los contenidos. Su tono es prometeico, dibujando un futuro por el
cual jugarse. “I do not see the world as it is, and ask myself why;
I see the world as it is not, and ask myself why not”, decía John
Kennedy marcando bien esta diferencia.39 El técnico nos habla
de matters of fact: no escucharlo sería un error. El poeta nos habla
de matters of concern: no escucharlo sería una traición.40
El técnico, entonces, no se gana a los terceros con un contenido
seductor, sino que los con-vence, esto es, los derrota, imponiéndoles
formas bajo la apariencia de que son las propias formas las que se
imponen: “he ahí la comprobación rigurosa de los datos duros; he a
la definición correcta de los conceptos; he ahí las inferencias válidas”. Es
una estrategia indiscutiblemente efectiva, pero tiene límites porque,
como habíamos dicho, su fuerza es una violencia. Es una violencia
porque las cosas que son dadas, amorales, ciertas, no dialogan ni transan.
En dosis mal calculadas, esa violencia genera más humillación que
aceptación, más resentimiento que buena voluntad. El que discre-
pa no discrepa: yerra. Al que yerra no lo ganamos, lo derrotamos.
Y, a menudo, el derrotado se refugia en el silencio, ya no rebate y,
llegado el momento de la acción, simplemente no coopera.
El poeta, en cambio, se gana a los terceros con un cuento, con
un mito, o sea, con una verdad. Porque nada hay más real que la fan-
tasía que nos cautiva. En el terreno de las verdades, poco ayudan las
demostraciones cuyas premisas también requerirán demostración
y así sucesivamente hasta llegar a alguna piedra de tope a la que no
exigimos fundamento porque en ella simplemente creemos. El poeta
sabe que hay que creer para ver. Su propuesta de acción colectiva
es verdadera cuando devenimos creyentes; creyentes en que ella en-
carna, para el caso que tenemos delante, un legado que valoramos
y sueños que nos comprometen. El técnico disimula las creencias
que cual arbotantes sostienen, desde afuera de su argumento, la
estructura de su nave discursiva. El poeta las resalta.
39 Citado por Edward Kennedy con ocasión del funeral de otro hermano,
Robert Kennedy, el 8 de junio de 1968.
40 Expresiones toma das del ensayo de Bruno Latour, Why Has Critique Run
out of Steam? From Matters of Fact to Matters of Concern, publicado en Critical Inquiry,
vol. 30, Nº 2.
3. POÉTICA : DIMENSIÓN DE LA FA NTASÍA
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Pero no dejemos que el paralelo de los párrafos anteriores
nos confunda. No es este un contexto filosófico en que técnico
y poeta defiendan, cada uno, una diferente visión de mundo. Es
un contexto político en que lucidez y fantasía son armas para
lograr acuerdo ante un problema. Ni nuestro técnico persigue
ese ideal de la Ilustración que apunta objetivamente a las cosas
en un lenguaje que se pretende espejo de la realidad, ni nuestro
poeta busca ese ideal del Romanticismo que construye el mundo
desde su subjetividad en un lenguaje que sólo admite primera
persona singular. Ni el primero busca expresar las cosas que son,
ni el segundo la expresión de sí mismo. La lucidez y la fantasía
son para ellos instrumentos al servicio de un discurso puramente
cívico, vale decir, sin más norte que producir acción en la ciudad. El
rediseño lúcido de los matters of fact, la recreación imaginativa
de los matters of concern; la reconfiguración del logos que aclara,
la revitalización del mythos que inspira; todo ello al servicio del
problema concreto que tienen delante y, sobre todo, de los resul-
tados, vale decir, de la efectividad operativa de su discurso para
mover voluntades en torno a una solución.
Ya examinamos el discurso técnico a la luz de su tono, visión
de mundo y marco integrador. Sigamos el mismo camino ahora
con el discurso poético. Recordemos nuestro mapa de ruta que
anuncia, en simplificado esquema, lo que encontraremos en el
camino.
Discurso Polémico
Tono ágil, flexibl e,
plástico.
Un campo de b atalla
confi gurado por la
estrategia.
El espectáculo.
Destaca la credibilidad
del ethos.
Es el ámbit o de la
astucia.
El tono
La visión de
mundo
El marco
integrador
Discurso Técnico
Tono objetivo.
Un mundo atomizado en
conceptos y datos.
La lógica.
Destaca el brillo del
logos.
Es el ámbit o de la
lucidez.
Discurso Poético
Tono comunitario.
Un mundo integrado por
metáforas y cuentos.
La memor ia co lec-
tiva.
Destaca la seducción
del mythos.
Es el ámbit o de la
fantasía.

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